Miles de personas se manifestaron en Barcelona para reclamar que el 1 de octubre se celebre un referéndum independentista y votar por la secesión de España, una aspiración anulada por el Tribunal Constitucional y rechazada por el Gobierno y los principales partidos del país.
Los secesionistas se muestran decididos a mantener la convocatoria.
La respuesta del Ejecutivo de Mariano Rajoy ha sido la de recurrir a la Justicia, que ha presentado querellas por desobediencia por la convocatoria del referéndum.