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Los pueblos tienen los gobernantes que se merecen. Es una frase que puede sonar fuerte y desconcertante para quienes no se sienten comprometidos con la realidad nacional. Está por concluir un proceso electoral donde se han exhibido las bajas pasiones políticas en su máxima expresión, manifestadas en honor a la ambición y mezquindad por obtener el poder o negar el poder legítimo de las masas ante una lideresa natural. La fiesta democrática se ha visto manchada por el intervencionismo maligno de la izquierda comunista que sólo aporta destrucción y atraso a los sistemas democráticos imberbes como el nuestro. Las mentes más escuálidas de los votantes sucumbieron a las abyectas ambiciones del odio desmedido, dejándose llevar por mensajes de quienes no tenían invitación a esta danza electoral de a dos. Los caviares endosaron sus votos a la derecha capitalista, traicionando sus propios principios y enunciados con tal de impedir la real voluntad de la mayoría. Un gesto vergonzoso que los ha hecho pasar, con nombre y apellido, a la historia contemporánea como traidores a la legítima democracia y a sus principios teóricos. Pues al fin y al cabo la izquierda comunista-neo caviar no ha hecho más que reafirmar su actitud política de comodín y hueleguiso, acomodándose a quien cree que está más cerca del poder.
Con la frase inicial del párrafo anterior, perteneciente al político y filosofo francés Joseph-Marie, conde de Maistre (Chambéry, 1 de abril de 1753 – Turín, 26 de febrero de 1821), se pone de manifiesto la total vigencia de su pensamiento antirrevolucionario y la profundidad de la expresión social en el arraigo de la elección de sus autoridades.
Es vergonzoso como la precariedad de nuestro sistema democrático y el equivocado concepto democrático mental de los electores, ha contribuido a que agentes políticos actúen manipuladoramente, para intervenir de manera siniestra, y manchar un proceso electoral que debió desarrollarse sin influencia de terceros, pues la contienda electoral era una danza entre dos. El único personaje con pensamiento político coherente y consecuente de los Humala, es don Isaac Humala, quien dijo, antes de la Segunda Vuelta, que la izquierda, o lo que queda de ella, iba a votar por PPK por que “era más fácil de derrocar”. Con ello adelantó las intenciones de la izquierda comunista- neocaviar de sabotear la democracia derrocando en un futuro al virtual nuevo presidente del Perú. La alerta está de manifiesto.
La ignorancia y falta de conocimiento de los electores, sobre las verdaderas intenciones políticas de los grupos relegados por la real democracia, llámese izquierda comunista, los ha convertido nuevamente en los tontos útiles o en los “electarados” de turno para atentar luego contra la democracia.
Llama la atención de sobre manera que la primera presidenta latinoamericana en enviarle su saludo a un sospechoso agente pro chileno, hoy virtual presidente del Perú, sea Michelle Bachelet. Con lo que se confirma el fuerte lazo de intereses económicos de ambos políticos denunciados durante la campaña electoral.
Estos comentarios nos son pataletas ni llantos por la herida, pues ante una demostración de preferencia electoral tan definida y fuerte expresada en las urnas a favor de Keiko Fujimori no hay lugar para malos sentimientos, sino sólo para expresar que Fuerza Popular se reafirma como la primera y autentica fuerza política del Perú. En este momento no hay partido ni movimiento político que pueda superarla enfrentándola de igual a igual. Han tenido que aliarse tirios y troyanos para manipular arteramente el juego electoral. Han tenido que recurrir al juego sucio y a alianzas bajo la mesa, para armar un cargamontón entre todos los perdedores para impedir a toda costa la voluntad popular. Y lo que han logrado no es más que un fraude moral contra la Nación. Este fraude moral va a quedar en la conciencia de aquellos que sucumbieron ante el odio insano, ante la calumnia y ante las ambiciones ocultas de quienes temen a que la mayoría legítima, ejerza su derecho objetivo y real de elegir a su real presidente. Hasta mañana mis amigos de Primera.
