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La congresista del Frente Amplio, Marisa Glave, dijo no compartir la posición de su colega de bancada Justiniano Apaza sobre el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA).
“Nadie puede justificar como una especie de acción política lo que fue una acción de terror”, expresó respecto a la toma con rehenes en la residencia del embajador japonés en San Isidro, Lima, hace 20 años.
Asimismo, refirió que sí es necesario reconocer y valorar a los comandos Chavín de Huántar, que lograron el rescate de los rehenes el 22 de abril de 1997. Sin embargo, también se refirió a la acción de los denominados ‘gallinazos’. Ello en referencia a los presuntos miembros del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN) que habrían sido enviados por Vladimiro Montesinos tras la operación.
“Nos molesta que se utilice políticamente al comando Chavín de Huántar para ocultar lo que fue la acción de los gallinazos, una acción que muchos supimos que ocurrió. Y que fue la denuncia que hicieron los organismos de derechos humanos, gallinazos que fueron comandados aparentemente por el SIN y el señor Zamudio”, manifestó Glave.
