Unos 500 migrantes pretendieron ingresar a territorio norteamericano pero fueron repelidos con gases lacrimógenos y balas de goma
El gobierno de México afirmó ayer lunes que deportó a 98 migrantes centroamericanos tras el fracaso e inesperado intento de unos 500 de ellos de cruzar la frontera con Estados Unidos y ser repelidos con gases lacrimógenos y balas de goma.
“Son 98 personas las que fueron puestas a disposición del Instituto Nacional de Migración (INM) y han sido deportadas”, aseguró a la cadena Televisa Gerardo García Benavente, comisionado de la autoridad migratoria.
La Patrulla Fronteriza de Estados Unidos dijo también que arrestó a 42 migrantes centroamericanos que lograron saltar el muro de metal oxidado y una segunda valla fronteriza coronada por alambre de púas, que divide a Tijuana de la estadounidense San Diego.
García aseguró a la radio local que “hay instigadores” en la caravana migrante para promover intentos de cruzar ilegalmente la frontera, como ocurrió el domingo.
“Aprovechan el anonimato de la bola, de la masa, para poder hacer sus actividades y por eso no han sido asegurados (detenidos)”, explicó, al referirse a una decena de presuntos instigadores.
Mientras tanto, la noticia del fracasado intento corrió por el albergue donde se encuentran hacinados unos cinco mil migrantes de la caravana, en su mayoría familias hondureñas.
Ahí regresaron, asustados y con sus ropas sucias y rasgadas, los migrantes que intentaron superar el muro fronterizo y no fueron aprehendidos.
“Es con el corazón y la esperanza rotos que estamos. Nosotros nos ilusionamos de que ya habíamos logrado llegar a Estados Unidos, que nos darían asilo”, comentó Andy Colón, hondureña de 20 años que viaja con su hermana y dos niños.