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En marzo del 2020 se hizo evidente la sospecha de que Alejandro Celestino Toledo Manrique (76) intentaba evadir la acción de la justicia norteamericana, una vez que se resistió a que se cambiaran las baterías del grillete electrónico que lo monitoreaba con un rastreador Global Position Sistem (GPS).
El agente de seguridad que custodiaba al ex jefe de Estado, Anthony Granados, dejó constancia de aquel hecho en la manifestación que dio en la audiencia del viernes 27 de marzo del 2020 ante el juez Thomas S. Hixson. Granados narró que ‘tuvo problemas’ para que Toledo cumpliera con lo indicado y pidió al magistrado que lo amonestara.
