La laureada dirigente indígena ambientalista Berta Cáceres, de 43 años, fue asesinada a tiros por desconocidos que invadieron su casa en La Esperanza, 200 km al noroeste de la capital de Honduras, denunciaron la familia y dirigentes populares. La policía dijo que Cáceres, coordinadora del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH) y ganadora del Premio Goldman 2015, uno de los más prestigiosos en el campo del medioambiente, fue asesinada para robarle, relató a TV Globo su madre, Berta Flores, «pero todos sabemos que fue por (su) lucha».
«La policía dice que fue por robarle pero es un crimen político de este gobierno», afirmó a la AFP Carlos H. Reyes, presidente del sindicato de la Cervecería y dirigente del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP).
DESCONOCIDOS
«La información de la policía es que (desconocidos) entraron a la casa por la parte de atrás y le dieron dos disparos, pero todos sabemos que es mentira, que la mataron por su lucha» en la protección del ambiente, denunció el dirigente obrero. Como coordinadora del COPINH, Cáceres emprendió una lucha por la defensa del río Gualcarque, en el departamento de Santa Bárbara (noroeste), donde una compañía pretende construir una represa hidroeléctrica que amenaza con dejar sin agua a cientos de indígenas lenca, a la que pertenecía.
La campaña emprendida por Cáceres logró que el constructor más grande de represas a nivel mundial, la compañía de propiedad estatal china Sinohydro, retirara su participación en el proyecto hidroeléctrico. La Corporación Financiera Internacional, institución del Banco Mundial que invierte en el sector privado, también abandonó la iniciativa.