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El ex presidente presentó un habeas corpus y la justicia de su país se lo negó en cuestión de horas
La defensa del ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva presentó un habeas corpus ante el Superior Tribunal de Justicia (STJ) de Brasil para evitar que sea encarcelado, luego que una corte de apelaciones confirmó su condena por corrupción y lavado de dinero, informaron sus abogados el martes.
Lula da Silva fue condenado de manera unánime la semana pasada por tres jueces del Tribunal Regional Federal de la Cuarta Región, en Porto Alegre, un caso que se enmarca en la Operación Lava Jato (Lavado de Autos), una decisión que podría marginarlo de la carrera presidencial de este año en Brasil.
De acuerdo con la decisión de los magistrados, la pena de 12 años y un mes de cárcel con régimen inicial cerrado, debe comenzar a cumplirse inmediatamente después de agotados los recursos judiciales ante la propia corte regional. Pero en el habeas corpus, los abogados afirmaron que Lula enfrentaría una coacción inconstitucional e ilegal por parte del tribunal, que ordenó “la prematura pena restrictiva de libertad” para el ex presidente de Brasil.
La defensa pidió que el STJ, un tribunal superior pero no la máxima corte del país, concediera el recurso de amparo para que Lula enfrente en libertad las futuras etapas del proceso y los recursos ante los tribunales superiores.
Sin embargo, el recurso fue negado por el ministro Humberto Martins, vicepresidente del TSJ de Brasil y responsable de las decisiones urgentes, bajo el argumento de que “el hábeas corpus preventivo tiene cabida cuando, de hecho, hay amenaza a la libertad de locomoción, es decir, siempre que sea fundado el temor de que el cliente sea preso ilegalmente. Y tal temor habría de resultar de una amenaza concreta de inminente arresto”.
A partir del jueves, cuando las actividades del STJ se reanuden de manera cotidiana luego del receso en el que se encuentran, el caso seguirá a la oficina del ministro Félix Fischer, relator del caso Lava Jato en el Tribunal. Lo más probable es que mantenga la decisión del colega, porque es conocido por su rigidez, reportó el diario O Globo de Brasil.
Lula da Silva, que presidió Brasil entre 2003 y 2010, niega las irregularidades y su defensa dice que es víctima de persecución política que busca impedir su participación en las elecciones de octubre.
