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Horas de tensión se vivieron en Old Trafford cuando un aparato sospechoso fue descubierto en un baño antes de comenzar el partido entre el United y Bournemouth, que obligó a evacuar el estadio y a suspender el duelo.
El escuadrón antibombas encontró el artefacto y lo hizo estallar mediante una explosión controlada. Hasta allí, la historia oficial que hizo temer a más de uno en Inglaterra con un atentado nada menos que en un estadio de fútbol, lugar público y muy concurrido.
Pero horas después, más información apareció desde el lado de la policía y la noticia pasó de ser trágica a tragicómica: la supuesta bomba era un aparato de práctica olvidado en la semana tras un ejercicio de seguridad.
El paquete hallado era un artefacto de prueba que una empresa privada se dejó en el estadio por accidente, según confirmó John O'Hare, de la policía de Manchester: "Se lo dejaron accidentalmente después de unas pruebas que incluían búsquedas de explosivos con perros".
"En apariencia el artefacto era totalmente real, y la decisión de evacuar el estadio era la correcta hasta que supiéramos que la gente no estaba en riesgo", añadieron fuentes de la policía.
El director ejecutivo del United, Ed Woordward, también habló sobre este tema: "El club se toma la seguridad muy en serio y el staff es entrenado con regularidad para tratar con los incidentes. Investigaremos el incidente para informar de futuras acciones y decisiones".
El partido entre el Manchester y el Bournemouth se jugará este martes 17.
