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Los defensores de Nadine Heredia han salido a exigir que se diga dónde están los $3 millones que le entregó Jorge Barata a la esposa de Ollanta Humala. Y es verdad, en sus cuentas no se aprecian. Pero un poder entregado a su hermano para que maneje una caja de seguridad en el extranjero es una clave.
El 18 de octubre del 2011, tres meses después de haber juramentado la presidencia Ollanta Humala, y sabiendo que tenía los reflectores encima, Heredia Alarcón se fue hasta la alejada jurisdicción de Matucana, en Huarochirí, a 75 kilómetros al este de Lima.
Es ahí donde le cónyuge del recién juramentado, y quien manejó según las agendas los millones llegados de Venezuela y Brasil, otorgó a su hermano Ilan Heredia un poder para que pueda realizar diversas operaciones bancarias y financieras.
Y aparece una autorización que llama la atención. “No estando facultado para hacer efectivos su valor, recabar información, y reportes sobre cajas de seguridad (en plural, el paréntesis es nuestro)”
Consultado sobre este punto, el integrante de la Comisión de Fiscalización, Segundo Tapia, advirtió que se tendría que ser un loco para dejar por escrito que la esposa de Humala deje por escrito que Ilan Heredia no podía abrir sus cajas de seguridad, si es que no las tuviera.
En esa línea, el legislador consideró que el registro migratorio de los involucrados en este caso, será una pieza clave para averiguar en qué país se encuentran escondidas esas cajas de seguridad, o cuentas registradas con clave para no identificar a su verdadero dueño.
Por lo visto Heredia le permitió a su hermano manejar el dinero, pero no aquel que tenía en sus cajas de seguridad. Todo indica que ahí guarda un gran secreto que no lo quería compartir con nadie.
Esta desconfianza de la esposa del ex mandatario se puede ver en otra actitud. Mientras que Alejandro Toledo recibió los aportes de Odebrecht en las cuentas de Josef Maiman, ella prefería que el dinero se lo entreguen en sus propias manos.
Lo cierto es que ahora esas cajas de seguridad se han convertido en pieza clave para la fiscalía. Y es que la hipótesis de investigación en ese lugar no solo habría recibido dinero de Odebrecht. Hay señales que por facilitar la entrega de otros proyectos recibió millonarias coimas, como es el caso de la también brasileña OAS, involucrada en el escándalo del Lava Jato.
