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Ya hemos advertido en anterior oportunidad, la forma como el presidente Ollanta Humala pretende confundir a la opinión pública sobre las investigaciones que la fiscalía le sigue a su esposa Nadine Heredia por presunto lavado de activos, en el tema de las agendas y el manejo de fondos del Partido Nacionalista en las campañas electorales de 2006 y 2011.
Y los desesperados intentos del jefe de Estado para evitar que su esposa sea sometida a un proceso, se dio justo días previos en que el fiscal de lavado de activos, Germán Juárez Atoche, debe emitir un pronunciamiento sobre el caso y decidir si formaliza la investigación preparatoria contra Nadine Heredia y las otras personas involucradas.
El presidente Humala, en una “heroica” intervención, se inmoló a favor de la primera dama, responsabilizándose del contenido íntegro de las agendas y del manejo de las cuentas de su partido, y dice en reiteradas oportunidades que con su declaración al fiscal ya están esclarecidas las cosas.
La estrategia es clara. Quiere que saquen a su esposa de las pesquisas y asume él toda la responsabilidad porque sabe que no puede ser investigado, debido al manto de inmunidad que lo protege.
Pero lo que no dice -es que lo que no está en discusión- son los manejos de las cuentas de las campañas, que constan en los informes presentados a la Oficina Nacional de Procesos Electorales (Onpe). Lo que es materia de investigación son las cuantiosas sumas de dinero que aparecen anotadas en las agendas que, al parecer, no han sido declaradas, y los números de cuentas bancarias que se habrían abierto en el extranjero. Según el congresista Gustavo Rondón, presidente de la comisión de Fiscalización, serían 23 millones de dólares los montos en cuestión.
Es por eso que los fondos del Partido Nacionalista están siendo investigados por el fiscal de lavado de activos, pero Humala Tasso, cual experto magistrado, cuestiona y dice que se le debe someter a una fiscalía común como las demás agrupaciones.
Y para confundir más, dice que el fiscal solo se ha basado en informaciones periodísticas y en declaraciones de personalidades políticas ligadas al Apra y al fujimorismo, sin ningún sustento, minimizando la capacidad profesional del magistrado Juárez Atoche.
En criollo, lo que Ollanta Humala dice ante la opinión pública es, mire señor fiscal. Usted nos está investigando sin sustento alguno y, además, con lo que ya le respondí, todo está aclarado, por tanto ya no hay más que investigar.
Pero hay un detalle, lo que dice el mandatario que ha declarado al representante del Ministerio Público es solo su versión, porque el fiscal Atoche, como debe ser, guardando la reserva de la investigación, no ha declarado nada del interrogatorio.
De manera que, señor Presidente, no intente sorprender ni confundir a la opinión pública, porque el fiscal sabe su trabajo y será él, solo él, quien decidirá si lo actuado amerita formalizar la investigación preparatoria.
El ex fiscal supremo Avelino Guillén, el mismo que acusó al ex presidente Alberto Fujimori, ha advertido que la pareja presidencial pretende intimidar y presionar al fiscal para evitar la investigación preparatoria.
Pero también les ha advertido que su intento no prosperará, porque el fiscal Germán Juárez ha dado muestra de integridad y aplomo suficiente como para cumplir con su trabajo de manera adecuada.
En su opinión, el fiscal formalizará la investigación preparatoria contra los investigados, entre ellos Nadine Heredia, porque hay un cúmulo de evidencias sobre presunto lavado de activos relacionados a su partido. De manera que, señor Presidente, será mejor que no insista porque, todo indica que la suerte está echada. Hasta mañana, amigos de La Primera.
