Sao Paulo.- La operación Lava Jato, que investiga la gigantesca trama de corrupción en Petrobras, ha destapado en los últimos tres años el pago de al menos 4.000 millones de reales (unos 1.300 millones de dólares) en sobornos a partidos, políticos y funcionarios, según cálculos publicados por el diario O Globo.
Del montante total, 557,8 millones de reales (unos 180 millones de dólares) ya fueron comprobados en causas juzgadas en tribunales federales de primera instancia, señaló el periódico.
Unos 1.700 millones de reales (unos 546 millones de dólares) hacen parte de procesos pendientes de sentencia e investigaciones en curso sin secreto de sumario.
La información agregó que el resto de coimas reveladas hasta el momento, 1.900 millones de reales (unos 610 millones de dólares), fueron reconocidas por la constructora Odebrecht, implicada en la trama corrupta destapada en el seno de la petrolera estatal, que admitió haber pagado ese valor en sobornos solo en Brasil.
La llamada operación Lava Jato cumplirá el próximo 17 de marzo tres años desde que un simple asunto de blanqueo de dinero en un puesto de gasolina y lavado de autos de Brasilia destapó el mayor escándalo de corrupción de la historia de Brasil.
Según comprobó la Fiscalía brasileña, Odebrecht y otras constructoras importantes del país obtenían contratos amañados con la petrolera estatal Petrobras, inflaban los valores y repartían las diferencias entre directores de la petrolera estatal y partidos políticos que amparaban la corrupción y legislaban a favor de estas empresas.
A raíz de estas investigaciones, decenas de políticos y empresarios han terminado en prisión por su participación en esa trama, que ha salpicado incluso al expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010).
Lula responde en cinco juicios por presunta corrupción y estaría, según la Lava Jato, entre los beneficiados de esas operaciones irregulares en Petrobras.
La gigantesca red aún puede afectar a muchos otros dirigentes de casi todos los partidos brasileños, entre quienes figuran miembros del Gobierno y hasta el propio presidente Michel Temer.
No obstante, el pago de sobornos no se limitó a Brasil y se expandió de la mano de Odebrecht por 12 países de Latinoamérica, incluido Brasil, y África.
Según documentos publicados en diciembre por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, Odebrecht pagó unos 788 millones de dólares en comisiones ilegales por más de 100 proyectos en esos países entre los que también estaría Portugal.