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“Yo fui a una interpelación con la mejor intención de informar al Congreso. Me escucharon 40 gatos, pero me escuchó el Perú”. Esta fue la queja de la ex ministra de Educación, Marilú Martens, quien además sostuvo, a la distancia del gobierno, que “como peruana, siento una decepción total de los padres y madres de la patria. No solamente uno educa en los espacios educativos, sino también, educas en los espacios sociales”. Pero no solo llamó “gatos” a los legisladores, sino que continúa con su crítica al Poder Legislativo que directamente la censuró a ella junto a su amigo Zavala: “Me dio mucha pena el interés que ponen los congresistas en la educación del Perú. Nadie me repreguntó sobre lo que había dicho (en la interpelación). Tuve una mezcla de sentimientos fuertes”, dijo la ex ministra de Educación. Si así de alerta hubiera estado cuando se inició la huelga en el Cusco, nada hubiera pasado.
Esta señora ex ministra, no està tomando en cuenta su condiciòn y capacidad que debe tener un profesional. En sus pocos discursos no tiene agilidad mental. Se nota que en el espacio busca algunas ideas. Acaso se olvidó lo que le dijo unos de los congresitas?. Eso que recibìa papelitos y de el toma idea a lo mejor repetìa.