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Unanimidad entre los economistas que esperan una política económica más estricta
Los expertos en economía hablan de cómo en 2017 la economía mundial se ha afianzado poco a poco y el PIB mundial ha aumentado un 3,5%. Igualmente, esperan que el mundo crezca un 3,8% en 2018. Así, la expansión continuará su curso, con crecimiento acelerado en Estados Unidos, la zona del euro, China, Japón, Rusia y Brasil.
Más en concreto, los niveles de crecimiento alcanzados en economías emergentes como Brasil, China y México, y también en varias economías avanzadas como Alemania, Canadá, España, Francia e Italia dan muestra de ello, y los indicadores de alta frecuencia apuntan al afianzamiento ininterrumpido de la actividad mundial, concretamente, la expansión del comercio internacional y la producción industrial.
No obstante, los inversores deben tener en cuenta que siempre habrá sorpresas, por lo que es recomendable que operen con instrumentos ágiles y baratos del tipo ETFs o CFDs. Algunas fuentes de volatilidad serían el Brexit, el separatismo catalán, las sanciones a Rusia o las modificaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que podrían tener efectos significativos en los mercados de Reino Unido, España, Rusia y México.
Desde un punto de vista político, la inversión a través de instrumentos líquidos como los CFDs se verá favorecida por situaciones tales como Rusia y China reafirmando su presencia en la escena mundial, Corea del Norte desarrollando armas nucleares, la inestabilidad política en Oriente Medio, el Reino Unido negociando su salida de la UE, la mitad de legislatura en EE.UU. y elecciones en Italia, Brasil, México, Rusia y Malasia.
La flexibilidad que aportan herramientas de inversión como los CFDs se verán impulsadas por los riesgos geopolíticos de efectos puntuales en los mercados, como los provocados en 2017 por Corea del Norte.
En global, habrá menos países en recesión, gracias al avance de economías avanzadas, como EE.UU., que se beneficiará de la reforma fiscal, así como de la Eurozona o Japón, donde sus respectivos bancos centrales continúan inyectando liquidez al sistema.
Los CFDs sobre divisas se beneficiarán de los dos aumentos en los tipos de interés previstos para 2018 en Estados Unidos y Canadá, y una posible subida en el precio del dinero en Suiza, Australia y Nueva Zelanda. La zona euro, el Reino Unido y Japón esperarán un año más.
En cualquier caso, lo normal es que veamos una política monetaria más estricta. Muchos banqueros centrales creen que la economía es ahora lo suficientemente fuerte para empezar a retirar el estímulo. Por ello, los CFDs sobre divisas reflejarán cómo la Fed reducirá el tamaño de su balance en menos del 10 % a lo largo del año, y que aumente dos veces las tasas de interés.
También, ETFs y CFDs permitirán provecharse de las menores compras de activos financieros por parte del Banco Central Europeo (BCE) pues los banqueros centrales buscan elevar las tasas de interés en respuesta a un crecimiento más robusto, y su posición se puede interpretar como un voto de confianza en la economía. La mayoría de los bancos centrales no están bajo presión para reducir la inflación, que ha permanecido obstinadamente por debajo de los objetivos.
