MENU
Tres obispos ofrecieron los oficios religiosos desde el atrio de la Catedral
Dando inicio a la Semana Santa en Cusco, miles de cusqueños y turistas participaron presencialmente está mañana de una impresionante misa por Domingo de Ramos al pie de la basílica Catedral, desde la plaza mayor de la ciudad imperial.
La impresionante feligresía que portó palmas y cruces en base a este vegetal se apreció desde muy temprano cuando se instaló en el atrio la mesa de altar de plata de la Catedral, desde donde luego se ofreció tres misas presididas por los obispos Israel Condorhuamán, Lizardo Estrada y Richard Daniel Alcarcón, arzobispo metropolitano que hoy está de cumpleaños.
La cita en la que se recuerda el ingreso triunfal de Jesús a Jerusalén sirvió para rememorar pasajes de la biblia sobre la importancia de esta fecha y reflexionar con el contexto y la coyuntura actual.
Monseñor Alarcón Urrutia llamó a mantener la fe, esperanza y la confianza en el Señor para el cese de la guerra (Rusia Ucrania), pues sumado a la pandemia y crisis política “vivimos momentos de tristeza, preocupación e incertidumbre. Hay crisis por todo lado”.
Reiteró a la feligresía cusqueña a renovar en esta Semana Santa la fe en ese Cristo que entrega su vida por todos nosotros. “Él conoce nuestros sufrimientos, debilidades, hay que pedirle que nos dé fortaleza, confianza, porque él no nos abandona a pesar de nuestros problemas”, expresó.
“Hoy empezamos el camino con Jesús, mañana estaremos recibiendo la bendición de nuestro Taytacha, acto que es como un remedio ante los problemas”, refirió en relación a que mañana la imagen del Señor de Los Temblores, Patrón Jurado de Cusco, saldrá en procesión al mediodía a bendecir a la población cusqueña. El acto será desde el mismo lugar donde hoy se ofrecieron las misas.
Finalmente, monseñor pidió a los fieles seguir participando de las actividades religiosas previstas para este Jueves y Viernes Santo, Sábado de Gloria y Domingo de Resurección.
La misa del Domingo de Ramos se llevó en absoluta armonía de los concurrentes a la plaza mayor. La Policía Nacional hizo respetar las barandas instaladas y el orden. La multitudinaría feligresía salió fortalecida y agradecida con Dios.
