El Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), a través del programa Yachay, logró rescatar a más de 1,800 niños que trabajaban en la calle durante el 2015, fortaleciendo los vínculos con sus familias y capacitándolos en oficios que les permitirá generar sus propios ingresos cuando sean mayores de edad.
La titular del MIMP, Marcela Huaita, informó además que los profesionales de este portafolio trabajan con un total de 8,000 niños de la calle, estimulándolos para que continúen en las escuelas, a la vez que reciben talleres en diferentes oficios.
«Como sistema de protección hemos brindado servicios y protección a más de 26,000 niños porque trabajamos, por ejemplo, a través del programa Yachay, con niños, niñas y adolescentes en situación de calle y con sus familias», señaló.
Dijo que, en algunos casos, se brinda a los padres oportunidades productivas para que puedan tener ingresos y no expongan a sus niños en esta situación de trabajar en las calles, y sobre todo para que ellos permanezcan vinculados a la escuela.
Precisó que el MIMP viene trabajando con niños en situación de calle en 18 regiones del Perú vinculándose estrechamente con estos menores para conocer in situ la situación en la que viven.
«Porque en algunos casos hay una mafia que los explota. En ese caso hay que hacer un trabajo de inteligencia con la Policía a fin de rescatar a eso niños», recalcó.
De igual forma mencionó aquellos casos en que las propias familias, generalmente en situación de extrema pobreza, son los que exponen a estos menores al riesgo que significa trabajar en la calle.
«En esos casos nosotros trabajamos para fortalecer el vínculo familiar, hacerle ver a la familia los riesgos que corren estos menores, además de ver sus condiciones de pobreza», anotó.
En tal sentido explicó que el MIMP fortalece las capacidades productivas de estas familias a través de talleres para la crianza de animales menores, de panaderías, de orfebrería o gastronomía para que estas personas tengan un ingreso adicional. «De tal manera que los padres mejoren su economía, bajo el compromiso que estos niños no tengan que generar ese ingreso adicional», remarcó.
Dijo que más dramático y difícil de abordar son los casos en que estos menores son parte de una familia en que existe un problema de drogas. «En esos casos esos niños si están en una situación de abandono moral y material, y nosotros asumimos la responsabilidad para poder darles protección», explicó.