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En la campaña electoral previa a la primera vuelta, el presidente Ollanta Humala fue duramente criticado por no guardar el principio de neutralidad, que la Constitución y la ley establece para todos los funcionarios y servidores del Estado una vez convocada las elecciones.
Pese a que en un primer momento, la autoridad electoral le llamó la atención por no guardar ese principio de neutralidad con sus declaraciones en contra de algunos candidatos, el Jefe de Estado siguió haciendo caso omiso a la ley, incluso el mismo día de las elecciones, tras emitir su voto, arremetió contra el Jurado Nacional de Elecciones. ¿Con qué finalidad? Nadie lo sabe, pero sí se especuló sobre sus intenciones.
Semanas antes de la votación, corrió el rumor que desde Palacio de Gobierno se cocinaba un plan para deslegitimar este proceso electoral. Incluso el ex vicepresidente de este gobierno, Omar Chehade, advirtió con anterioridad de esas intenciones de la pareja presidencial, según dijo como parte de una estrategia para escapar del país ante las serias denuncias por supuestos delitos de corrupción.
Y fue el presidente del Consejo de Ministros, Pedro Cateriano, quien salió al frente, primero para defender a Ollanta Humala y asegurar que no está violando el principio constitucional de la neutralidad. Luego, lo hizo para rechazar la existencia de un plan para postergar o deslegitimar las elecciones.
Pero Cateriano sorprendió días antes de la votación cuando dijo que “el Jurado Nacional de Elecciones innecesariamente genera una polémica con el gobierno” porque el presidente del organismo electoral, Francisco Távara, exhortó al jefe de Estado mantener la neutralidad y contribuir al normal desarrollo de los comicios generales del 10 de abril.
Ayer, el primer ministro reapareció y desde su cuenta de Twitter se dirigió a la candidata presidencial de Fuerza Popular, Keiko Fujimori Higuchi, para pedirle que no utilice el ataque terrorista producido en el Vraem con fines electorales. Y le remarcó que en el gobierno de su padre se violaron los derechos humanos en la lucha contra la subversión.
Se ha criticado la posición del presidente Ollanta Humala en contra de la candidatura de Keiko Fujimori y de otros candidatos. Su esposa Nadine Heredia y representantes del oficialista Partido Nacionalista también lo han hecho, incluso pronunciándose a favor del postulante presidencial Pedro Pablo Kuczynski.
No caiga en ese juego señor primer ministro Pedro Cateriano. Usted ha demostrado en su larga trayectoria política ser un demócrata a carta cabal, y por lo tanto, ser respetuoso de los mandatos constitucionales y de las leyes. No creemos que a estas alturas del partido usted se desvíe de esa conducta.
Manténgase neutral en lo que resta de la contienda electoral. Recordamos que en una presentación pública, usted dejó entrever que le tentaba opinar sobre la contienda electoral, pero que por la naturaleza de su cargo “se mordía la lengua” para abstenerse de hacerlo.
Siga en esa línea doctor Cateriano. Todos queremos que esta segunda vuelta -en la que saldrá elegido el nuevo Presidente de la República- se desarrolle con la más absoluta normalidad, sin intromisiones del Ejecutivo, sin agravios entre los dos candidatos y agrupaciones a las que representan.
Queremos que esta segunda vuelta sea de propuestas, que los dos aspirantes al sillón de Palacio de Gobierno expongan sus planes gubernamentales y sustenten cómo van a desarrollar sus propuestas para atender los principales problemas del país y qué medidas van a aplicar para sacar adelante al país. Y en ese contexto presenten a sus equipos de técnicos y profesionales que los acompañarán en caso el país les dé el encargo de administrar el país para los próximos cinco años.
Todos los peruanos debemos contribuir a que esta nueva etapa electoral se desarrolle en armonía, y usted señor primer ministro no debe ser ajeno a ello. Y como lo dijo en la primera vuelta, “mantenga mordida la lengua”. Ojalá el presidente Ollanta Humala también lo haga. Hasta mañana, amigos de La Primera.
