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Se ha puesto de moda en las elecciones de los últimos años decir que el ciudadano está buscando una cara nueva para elegir al Presidente de la República, alcaldes, autoridades regionales y hasta congresistas, cansados ya de los “políticos tradicionales”, frase introducida por Alberto Fujimori, el primer outsider que llegó al sillón de Palacio de Gobierno en 1990 como producto de la guerra que declaró el Frente Democrático (Fredemo) con su candidato Mario Vargas Llosa a la cabeza, contra el primer régimen de Alan García y el Apra, que ducho en estas lides electorales con su respuesta destruyó a su ocasional adversario.
Los resultados de la gestión de Fujimori son ya por todos conocidos. Han pasado 26 años desde su llegada al poder y los que desde entonces se lanzan a la carrera electoral quieren alcanzar la gloria con esa etiqueta. El último presidente Ollanta Humala es una muestra de ello y sus logros no son halagadores, producto de la improvisación, falta de cuadros y de una bancada parlamentaria reducida a menos de la mitad en estos momentos.
¿Y qué ha pasado con las alcaldías y gobiernos regionales en estos últimos tiempos? Muchos han estado envueltos en casos de corrupción, han despilfarrado los recursos de sus localidades y varias autoridades están tras las rejas. Incluso, uno, Gerardo Viñas, de Tumbes, está prófugo de la justicia.
En la presente contienda electoral varios candidatos quieren adjudicarse la etiqueta de la cara nueva y pretenden ser el outsider que puede salvar al Perú de la crisis económica, la inseguridad y cuanto problema afrontamos como consecuencia de una mala gestión gubernamental.
Pero, ¿realmente hay una nueva cara en esta contienda electoral? Si repasamos la lista de los 17 aspirantes presidenciales que quedan, la respuesta es no.
Julio Guzmán saltó a esta lid con esa bandera. Se preparó varios meses para llegar con ese título, pero poco a poco se le fue cayendo la careta y vemos que no ha sido un simple funcionario de este gobierno, ha sido viceministro de Mypes y secretario general de la Presidencia del Consejo de Ministros, con responsabilidades de mucha confianza, y vinculado también al Partido Nacionalista, aunque él lo niegue.
Verónika Mendoza es actualmente congresista que llegó al Parlamento con la bancada del Partido Nacionalista; Vladimir Cerrón fue presidente regional de Junín; Gregorio Santos, detenido en Piedras Gordas y conocido por su gestión como presidente regional de Cajamarca; Yehude Simon, de amplia trayectoria política de izquierda, ex presidente regional de Lambayeque y ex primer ministro en el gobierno de Alan García; Hernando Guerra García, antes de postular por Solidaridad Nacional, fue precandidato por el Partido Humanista de Simon.
Quizá Miguel Hilario, representante shipibo de Progresando Perú, tenga menos experiencia política, aunque ya postuló en la anterior contienda elec- toral por el Partido Pluralista del Perú.
Daniel Urresti es relativamente nuevo en política, pero es conocida su gestión como ministro del Interior en el actual gobierno.
Los demás candidatos, Alejandro Toledo, Alan García, Keiko Fujimori, Pedro Pablo Kuczynski, Antero Flores Aráoz, Francisco Diez Canseco, Alfredo Barnechea, Fernando Olivera y César Acuña, no requieren carta de presentación.
No pretendemos cuestionar la labor desempeñada por cada uno de ellos, ni descalificarlos, porque todos tienen el legítimo derecho de gobernar el Perú, pero sí consideramos necesario recordar al electorado que ninguno es nuevo en nuestra política, por tanto rechazamos que algunos pretendan presentarse como tales para ganar votos.
Rechazamos el discurso mediático que se da en ese sentido. Lo que exigimos es que compitan con sus planes de gobiernos serios, coherentes, con propuestas concretas para resolver los principales problemas que aquejan al país, para daral elector la oportunidad de elegir la que considere mejor, porque de eso se trata en una campaña electoral. Hasta mañana amigos de La Primera.
