El presidente electo Pedro Pablo Kuczynski sostuvo que la convocatoria que hizo para una marcha a favor de la empresa Doe Run no constituye una amenaza al fujimorismo, que tendrá la mayoría absoluta del nuevo Congreso.
Kuczynski añadió que la protesta tendrá un corte pacífico y busca la ampliación del plazo de liquidación de la metalúrgica, que vencerá el próximo 27 de agosto.
“No, nosotros no amenazamos a nadie. Lo que estamos diciendo es que desde el 2008, dos gobiernos han dejado la situación de La Oroya deteriorarse y ahora nos pasan un plato en el cual nos dicen que tenemos cuatro semanas para resolver un problema que no se ha arreglado en siete años”, dijo PPK en declaraciones a la prensa.
“Entonces, nosotros estamos dispuestos a arreglarlo, como le explique ayer a los trabajadores, va a ser difícil pero necesitamos más tiempo. Necesitamos prorrogar esa ley”, añadió.
PPK explicó que siempre hay varios interesados en adquirir la metalúrgica, pero que al final del proceso “no aparecen, eso es lo que estamos tratando de cambiar”.
Además, Kuczynski negó que vaya a reunirse esta tarde con los dirigentes de No a Keiko, colectivo que lo apoyó en la segunda vuelta.
“No hay tal reunión. Varias personas del partido estuvieron en esa marcha, es cierto, pero en este momento no hay ninguna reunión”, dijo Kuczynski a la prensa.
Ante la insistencia de la prensa, PPK añadió: “Me voy a reunir con mucha gente, pero en este momento no es apropiado este tipo de reunión”.
Jorge Rodríguez, vocero de No a Keiko, dijo que está sorprendido de lo dicho por Kuczynski, pues la reunión ya había acordado previamente.
“Considero que es un error, ya teníamos pactada una reunión con él y no solo nosotros, sino también las 20 organizaciones con las que él había firmado un compromiso [durante la campaña]”, indicó Rodríguez.