¡QUÉ TAL RAZA!

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base_image (2)César Acuña Peralta ya no sabe con qué argumentos salir cada día para hacerse la víctima por las denuncias de plagio ya no solo de su tesis doctoral presentada en la Universidad Complutense de Madrid, sino también de su tesis para obtener una maestría en la Universidad de Lima y de su cuestionado título de ingeniero químico obtenido en la U. de Trujillo pese a que su trabajo académico fue dos veces desaprobado por  unanimidad.

Ayer con total descaro arremetió contra la prensa y la acusó del complicado momento que atraviesa solo porque ha sido descubierto del hasta hoy presunto fraude cometido en sus tesis, aunque valgan verdades las evidencias mostradas por quienes revisaron su trabajo académico para obtener el doctorado lo   sepultan.

Y como ahora no solo las universidades de Madrid y de Lima lo investigan, sino también el Tribunal de Honor del Pacto Ético Electoral y la Primera Fiscalía Provincial Especializada en Delitos Aduaneros y contra la Propiedad Intelectual, sale a acusar a la prensa de desprestigiarlo y emplazarla para que le pida disculpas.

Rechazamos tajantemente esa afirmación señor Acuña. La prensa solo ha cumplido con su misión de informar los acontecimientos del día a día y si usted se siente desprestigiado, es porque no ha tenido     la entereza para  explicar cada uno de los hechos que se le   imputa.

Le recordamos que las denuncias no han sido hechas por la prensa. Fueron dos profesionales, la antropóloga Sandra Rodríguez y el ingeniero agrónomo Luis Vélez, quienes hicieron públicas en las redes sociales lo que detectaron en su tesis que estaba colgada en su página web y que después, no sabemos por qué, usted la retiró. Tal  vez pensó que con eso iba a impedir que se siguieran encontrando más irregularidades.

La prensa solo cumplió con su misión de informar estos hechos porque lo consideramos de interés nacional, porque usted señor Acuña pretende ser Presidente de la República del Perú y se ha ufanado   de tener tantos títulos, más que sus adversarios. Y si las evidencias mostradas lo desprestigian, eso no es culpa del periodismo. Asuma usted las consecuencias de sus actos y si plagió, acéptelo.

Primero negó el plagio, aseguró que los autores de los párrafos y páginas completas copiadas sin citar la fuente, estaban consignados  en la bibliografía. Después que le demostraron que no era así, que  varios autores ni siquiera estaban en la bibliografía, habló de omisiones y pidió disculpas. Pero ayer admite que solo son dos o tres textos omitidos y que se está exagerando.

Señor Acuña, usted ya está reconociendo el fraude al decir que son solo dos o tres autores copiados sin citarlos en su tesis. Bueno pues, así sea un solo autor omitido, ya es plagio. Las evidencias dicen que son muchos más.

Es cierto que la universidad española determinará si hubo o no fraude en la tesis que presentó para obtener su doctorado, pero en su conciencia está si plagió o no.

El fin de semana salió a la luz otra denuncia de plagio, esta vez    de una obra de Miguel Ángel Escotet, profesor de la universidad de Texas y autor del libro “Manual de Autoevaluación de la Universidad”, cuyos textos fueron copiados por Acuña sin citar para la elaboración de su libro.

El autor ha dicho que  reconoce cada frase y  coma,  que  Acuña no solo se ha apropiado del texto sino, además, del propio título del capítulo. “¡Qué horror! ¡Qué descaro! ¡Qué falta de ética y moral elemental!”, ha expresado Escotet en el portal altavoz.pe. ¿También va a culpar a la prensa de esto? Hasta mañana amigos de La  Primera.

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