Toda una fichita resultó ser el congresista Diego Bazán. Entró al Parlamento con Renovación Popular, para luego pasarse a Avanza País, e integrar la comisión investigadora a las empresas chinas. Renunció a seguir investigando porque los orientales le ofrecieron un viaje al extranjero con todo pagado.
Así y todo, logró ser designado presidente de la Comisión de Ética, cargo desde el cual pontificaba decencia, moralidad y honestidad como si fuera un inmaculado bendecido por la gracia divina. Ahora que se acaba la legislatura y perdería su puesto, renuncia a Avanza País y regresa a Renovación Popular.