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Juzgamiento ingresa a la recta final con alegatos de abogados
Tribunal supremo dispone extender esta medida a otras audiencias, a excepción del juicio al excongresista Michael Urtecho.
La Sala Penal Especial de la Corte Suprema, que preside la jueza Inés Villa Bonilla, reinició hoy las audiencias presenciales con la continuación del juicio oral al excongresista Kenji Fujimori y otros tres acusados, por los delitos de cohecho y tráfico de influencias en agravio del Estado.
Esta sesión se inició con los alegatos finales de la defensa de Fujimori, quien durante cuatro horas sustentó las razones por las cuales su patrocinado debe ser declarado inocente.
Concluida su alocución, el tribunal supremo programó la próxima audiencia para el miércoles 19, a las 09:00 horas, que continuará con los informes finales de las defensas de los procesados Bienvenido Ramírez y Guillermo Bocángel, respectivamente.
El colegiado resolvió que las audiencias continuarán siendo presenciales, tras declarar infundado un recurso de reconsideración presentado por el fiscal adjunto supremo, Alcides Chinchay Castillo, quien solicitaba que estas siguieran desarrollándose de manera virtual.
Los abogados de los acusados, así como el representante de la Procuraduría Pública no se adhirieron al pedido de Chinchay Castillo.
SE EXTIENDE A OTRAS AUDIENCIAS
Las audiencia presenciales se extiende a los otros tres juicios orales que actualmente desarrolla la Sala Penal Especial, entre las que se encuentra el juicio oral contra el exalcalde de Chiclayo, Roberto Torres; al exmagistrado del Jurado Nacional de Elecciones, Baldomero Ayvar yotros procesados por los delitos de cohecho pasivo y cohecho activo en agravio del Estado.
Asimismo, el juicio al ex juez superior Jimmy García por tráfico de influencias y el juzgamiento al ex fiscal supremo Carlos Manuel Sáenz, acusado también por tráfico de influencias.
El único juicio que continuará llevándose de manera virtual es contra el excongresista Michael Urtecho y su esposa Claudia Gonzales, debido a que el primero es una persona vulnerable por su delicado estado de salud, y la segunda porque está al cuidado de su esposo.
