Para el mes de diciembre hay un 95% de posibilidades de que el Fenómeno de El Niño Costero y Niño Global se desaten en nuestro país y causen grandes daños a la agricultura y a las poblaciones de las zonas rurales y desprotegidas, ocasionando un perjuicio económico incalculable, con pérdidas materiales que sumarían cientos de millones de dólares, y muy posiblemente toque lamentar la muerte de muchos compatriotas debido a la furia de la naturaleza. Ante este inminente azote de este fenómeno natural, el gobierno central, que supuestamente lidera la presidenta Dina Boluarte, no está haciendo absolutamente nada significativo, que este a la altura de la prevención proporcional al daño que va a ocasionar este doble Niño que nos cae a fin de año sí o sí.
Niño Costero y Niño Global
Al Niño Costero en curso en nuestro país, se suma la presencia del coloquialmente llamado Niño Global. Según el último reporte del Centro de Predicción Climática del Servicio Meteorológico Nacional de los Estados Unidos, a 95 % aumentó la probabilidad de que este último continúe hasta febrero de 2024.
Por otro lado, la comisión multisectorial encargada del Estudio Nacional del Fenómeno El Niño, también conocida por sus siglas Enfen, emitió el pasado 11 de agosto un nuevo pronunciamiento con sus proyecciones acerca del evento climático que mantiene en vilo al Perú.
La anomalía registrada en el mar por el EFEN señala que es de un 70% mayor a lo manifestado en el Niño Costero del 2017.
A través del Comunicado Oficial del Efen, el grupo informó que mantiene el estado de alerta de El Niño Costero, porque este continuará hasta el verano de 2024, como consecuencia de las altas probabilidades del desarrollo del fenómeno en el Pacífico central.
A fines del mes pasado, la ministra de Vivienda, Hania Pérez De Cuéllar, reveló que solo se ha desarrollado trabajos de ‘preparación’, pero no de ‘prevención’ por el fenómeno de El Niño.
Detalló que en el Pacífico central ‘es más probable que el calentamiento anómalo continúe aumentando dentro de la ‘condición moderada hasta enero del próximo año.
El Niño Global es fenómeno climático que se sentirá no solo en el Perú y Ecuador, sus estragos podrían extenderse hasta Australia, en Oceanía.
“Se recomienda a los tomadores de decisiones tener en cuenta los posibles escenarios, de acuerdo con el pronóstico estacional vigente, y las proyecciones para el verano de 2024, con la finalidad de que se adopten las acciones que correspondan para la reducción del riesgo de la preparación para la respuesta”, concluyó el informe.
Los severos efectos que traería El Niño, potenciado por el calentamiento global es realmente preocupante, pues hemos visto últimamente que sus impactos son considerables y aumentarán en el futuro. Las lluvias y sequías, olas de calor, etcétera, serán más intensas; afectando la agricultura y producción de alimentos.
El Niño se manifiesta principalmente en el verano y otoño austral. Entonces si a esto le unimos condiciones extremas que se están manifestando en el planeta por el calentamiento global, las perspectivas de la temporada de lluvias 2023-2024 son desalentadoras.
Las consecuencias del evento climático también llegarían hasta la agricultura y la producción de alimentos. Como lo estamos viviendo ante la escasez y el alza de los precios como la cebolla y el limón a consecuencia de la perdida de la temporada de siembra por las inundaciones, y en lo que respecta al limón, la falta de lluvia que ha causado que los brotes nos crezcan impidiendo una cosecha normal.
Especialistas en gestión pública refieren que hay una serie de entidades con las que se debe coordinar los trabajos y así evitar que los desastres se repitan con el Fenómeno de El Niño. Los gobierno regionales, provinciales y distritales solo reclaman dinero y están esperando que el gobierno central los apoye cuando caiga la desgracia, en lugar de utilizar sus recursos (porque dinero tienen) en el mantenimiento de los canales de desfogue de las lluvias, en la descolmatación de los ríos señalados con peligro de desborde y en habilitar albergues con almacenes de alimentos y provisiones en caso de desastre natural. Estos gobiernos están esperando que lleguen los desastres para que declaren en emergencias sus regiones y poder gastar sin dar explicaciones. La Contraloría ya debe estar con las pilas puestas pues esta es una práctica común y repetitiva de algunas autoridades corruptas.
Faltan tres meses para que los Niños se hagan presente en nuestro país y las autoridades del gobierno siguen “coordinando” quién sabe qué, para hacer no se sabe qué, en referencia a la llegada de estos fenómenos naturales. Dios nos proteja, porque este gobierno al parecer en temas de prevención no ata, ni desata. Hasta la próxima semana mis amigos de Primera.