Al menos 36 personas fallecieron y otras 52 resultaron heridas en un asalto con toma de rehenes a la tumba del imán chiita Said Mohamed en la ciudad de Balad.
Esto sucedió a 80 kilómetros al norte de la capital iraquí, Bagdad, según un comunicado emitido por el comando conjunto iraquí.
Entre los fallecidos hay tres niños y los heridos son 70, detallaron las fuentes.
Los funcionarios de la policía señalaron que el ataque inició cuando un agresor suicida con explosivos centró su atentado en policías que vigilaban la entrada del santuario, ubicado a 80 kilómetros de Bagdad.
Un segundo atacante con explosivos ingresó al recinto mientras nueve hombres armados disparaban contra guardias de seguridad y familias que se reunían para celebrar el Eid al-Fitr, festividad que marca el final del mes sagrado del Ramadán.
Las autoridades informaron que un tercer agresor con explosivos murió, y que la identidad de todos estos criminales está en investigación, a fin de determinar si pertenecían a algún grupo extremista.
Una fuente médica del hospital de Balad informó que el centro recibió 30 cadáveres y dio tratamiento a 50 heridos, pero advirtió de que el número de víctimas mortales podría aumentar.
Ningún grupo se ha adjudicado la autoría del ataque, que sucede menos de una semana después de que una explosión, adjudicada por el grupo terrorista Estado Islámico, mató a 292 personas en Bagdad y fue el más letal de los últimos años en Iraq.