A mediados de enero del año pasado, el Tribunal Constitucional (TC) declaró infundada la demanda competencial sobre el cierre del Congreso, presentada por el entonces titular de la Comisión Permanente, Pedro Olaechea.
La decisión fue adoptada por la mayoría del pleno del TC y a mano alzada, durante una audiencia pública. Hubo cuatro votos a favor y tres en contra.
Eloy Espinosa-Saldaña, Manuel Miranda y Marianella Ledesma (presidenta del TC) respaldaron la ponencia de su colega Carlos Ramos, quien avaló la disolución del Parlamento por considerar que «sí tuvo lugar» la denegación de la confianza al Gabinete que encabezó Salvador del Solar, el 30 de septiembre.
Sus colegas Ernesto Blume, Augusto Ferrero Costa y José Luis Sardón emitieron un voto singular en contra de la ponencia de Ramos. Para dichos magistrados, la demanda debió ser declarada fundada.
El Presidente Martín Vizcarra no cabía en su pellejo y afirmó que la decisión de cerrar el Congreso, el 30 de septiembre del 2019, fue acertada. “Hoy el TC (Tribunal Constitucional), máximo intérprete de la Constitución, ha cerrado este capítulo”, señaló el mandatario.