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Indignación en las redes sociales ha desatado que la fiscalía no dicte prisión preventiva contra el accionista de El Comercio, a pesar que Jorge Barata reveló que no solo sabía se entregó $20 millones en “coima” a Alejandro Toledo, sino que GyM puso una parte en esa bolsa para obtener la Interoceánica.
Este es el reclamo que por miles se hace sentir en las redes sociales. “Si la justicia es igual para todos ya debería estar preso”, se reclama, palabras más, palabras menos, pero igual de indignados.
El enfado es natural. Los críticos subrayan que por menos muchos están presos. Se recuerda al excongresista José Anaya Oropeza. Por haber adulterado boletas por S/.1,200 en consumo de pollo a la brasa, se ganó el mote de “Come pollo”, y también fue puesto tras las rejas cinco años.
La pregunta que muchos se hacen es si la condena se aplicara de acuerdo al perjuicio al Estado, como el incremento en decenas de millones por cada millón en coimas ¿Entonces cuántos años le tocarían al accionista de El Comercio?
Esta indignación se hizo evidente la mañana de ayer, cuando el conductor de Radio Exitosa, Manuel Rosas, abrió las líneas telefónicas.
Rosas advertía que la fiscalía a cargo de Hamilton castro, no ha acudido a las oficinas de Graña y Montero, con la misma fuerza con la que entró al inmueble de Alejandro Toledo, donde incluso a martillazo limpio, y cincel, se arrancó de la pared una caja fuerte.
José Graña Miro Quesada, es el presidente del Directorio del Grupo Graña y Montero, por lo que si existió coima de la empresa constructora nacional, se coordinó con su plena disposición, y lógicamente, participó de la ilegal ganancia a costa de los intereses nacionales.
Su carta de renuncia al directorio presentó José Graña Miro Quesada hace unos días ¿Pero su responsabilidad es solo administrativa? Al haber participado en las millonarias coimas –como lo confesó Barata- pagadas por la cúpula de Odebrecht para la obtención de obras, los hace cómplices de los mismos delitos en los consorcios que participaron.
No solo eso, el problema de reputación corporativa que ha causado a la constructora, ha desencadenado que las AFP pierdan millones por la caída en la bolsa de valores de las acciones, y quienes lo sufren directamente son los que están a punto de jubilarse, ello por la cifra cambiaria.
