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La presidenta de la Reserva Federal ofreció el lunes un panorama en gran medida optimista para la economía de Estados Unidos y dijo que habrá un alza de la tasa de interés, pero, en una omisión que notaron los inversores, suministró pocas señales de cuándo ocurrirá.
En general, dijo Janet Yellen, "veo buenas razones para esperar que las fuerzas positivas que apoyan el crecimiento del empleo y la inflación continuarán superando a las negativas".
Si bien el reporte de empleo del mes pasado, que se publicó el viernes, fue "decepcionante" y hay que observarlo, los responsables de la política monetaria responderán "sólo en la medida en que determinen o se ve que las cifras son significativas en términos de cambiar nuestro panorama económico de mediano y largo plazo", agregó.
Aunque destacó que podrían haber cambios que modifiquen sus expectativas, minimizó los cuatro riesgos que mencionó para la economía de Estados Unidos: menor demanda y productividad, inflación y complicaciones en el exterior.
Yellen fue cuidadosa en no ofrecer pistas del momento de una próxima alza de tasas, en contraste con un discurso del 27 de mayo, cuando dijo que la medida probablemente sería apropiada "en los próximos meses".
Para algunos inversores, la ausencia de una referencia temporal el lunes sugiere que la Fed postergaría su próxima subida de tipos hasta después de la próxima semana, cuando los banqueros centrales estadounidenses se reunirán para decidir sobre la política monetaria.
Otros, en cambio, consideraron que la insistencia de Yellen en lo positivo de las recientes cifras económicas continúa sugiriendo un alza de tasas en el futuro próximo.
Las perspectivas de una nueva alza de las tasas se apagaron por un reporte de la semana pasada que mostró que sólo se crearon 38.000 puestos de trabajo en mayo, lo que opacó cifras alentadoras recientes de gasto del consumidor, vivienda y crecimiento económico.
