MENU
Se ha hecho ya una costumbre que los candidatos presidenciales culpen a los adversarios de los aprietos y denuncias que surgen en su contra por situaciones que ellos mismos generan, pero que para defenderse salen a las calles para hacerse las víctimas y acusar que se los quieren bajar y sacar de la carrera electoral.
Veamos algunos casos. Pedro Pablo Kuczynski salió a patalear y hacerse la víctima porque la comisión investigadora del caso Lava Jato lo iba a citar, gritando a todos los vientos que se quieren bajar su candidatura presidencial.
El presidente de dicha comisión en reiteradas ocasiones que no es objetivo afectar las campañas de ningún candidato y que lamentablemente, el grupo de trabajo parlamentario debe continuar con el encargo que le dio el pleno del Congreso para investigar los presuntos sobornos pagados por empresas brasileñas a autoridades de varios países, entre ellas el Perú, para la ejecución de obras de infraestructura.
Entonces señor Kuczynski, si usted fue premier, ministro de Economía y jefe de ProInversión durante el gobierno de Alejandro Toledo, y hay una obra investigada, ¿dónde está la mala intención de citarlo? Y si dice que no tiene nada que ver, entonces, ¿a qué le teme?
Siguió luego con ese recurso el candidato presidencial de Alianza para el Progreso, César Acuña, denunciado de haber plagiado su tesis doctoral presentada en el año 2009 a la Universidad Complutense de Madrid. Las irregularidades fueron detectadas y hechas públicas en las redes sociales por dos profesionales que mostraron las evidencias del fraude.
Sin embargo, lejos de aclarar las denuncias que se le imputan, el candidato de plata como cancha denunció un complot político por ser un provinciano que se hizo millonario desde abajo. La universidad española, el Tribunal de Honor del Pacto Ético Electoral y la Fiscalía han iniciado investigaciones de oficio para determinar si hubo o no plagio en su tesis.
Después reconoce que solo ha copiado a dos o tres autores sin citarlos. ¿Eso no es plagio? El señor Acuña dice que exageran y niega lo evidente. Entonces, no puede pues acusar a otros de los errores que cometa. Debe asumir las consecuencias de sus actos.
Ahora, y más grave aún, el candidato de Todos por el Perú, Julio Guzmán, sale a denunciar una mano negra por las observaciones que le ha hecho el Jurado Electoral a su agrupación política que pone en riesgo su candidatura.
Advertimos la gravedad de las denuncias de Guzmán porque las observaciones en su contra vienen del Registro de Organizaciones Políticas (ROP) del Jurado Nacional de Elecciones. Y si el candidato presidencial denuncia mano negra, la acusación la está trasladando a los integrantes del organismo electoral.
¿Qué quiere decir esto? Simplemente que está poniendo en duda la imparcialidad y transparencia de la institución que tiene a su cargo la realización de todo el proceso electoral que concluirá con la elección del próximo presidente de la República del Perú. Esperemos que su inexperiencia lo haya llevado a lanzar semejante acusación. Los candidatos deben reconocer sus errores o las faltas administrativas cometidas por sus agrupaciones.
Si Guzmán dice que todo está en orden en su partido y que su elección como candidato presidencial se ajusto a los estatutos presentados al JNE, entonces a qué teme. Si es cierto lo que dice, su candidatura no corre peligro. Pero si en su conciencia está que no se ajustaron a las normas, entonces vaya a llorar al río y no ponga en duda la imparcialidad del organismo electoral. Hasta mañana amigos de La Primera
