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Según Americas Health Foundation, 2 de cada 10 adolescentes serían portadores de la bacteria Neisseria meningitidis que produce la meningitis por meningococo, debido a que están expuestos a espacios reducidos como las aulas de la escuela y universidades, además asisten a lugares donde hay aglomeraciones de personas como eventos, discotecas, cines, conciertos, clubs recreativos y mantienen contacto cercano entre ellos. Los estudios señalan que los adolescentes portan la bacteria en su cavidad nasofaríngea que conecta la nariz con la faringe.
La infección puede causar la obstrucción de los vasos sanguíneos en el cerebro y otros órganos, llevando a lesiones cerebrales y ocasionar en el 10% y el 20% de los sobrevivientes secuelas como la ceguera, sordera e incluso la amputación de miembros.
La meningitis tiene síntomas iniciales inespecíficos y pueden confundirse con un simple resfrío, por lo que el diagnóstico y el tratamiento muchas veces se retrasan. Sin embargo, dentro de los principales signos y síntomas se puede mencionar: fiebre elevada, dolor de cabeza intenso, rigidez en el cuello, cambios en el estado mental, náuseas o vómitos bruscos, sensibilidad a la luz, erupciones o pequeñas manchas rojas en la piel denominadas petequias o púrpura muy similares a los hematomas, entre otros. Esta enfermedad progresa con mucha rapidez, por lo que aún con tratamiento puede ser letal y dejar secuelas, por ello una de las principales medidas de prevención para la meningitis por meningococo es la vacunación.
