MENU
Con esto, al ‘sano y sagrado’ le debe haber vuelto el alma al cuerpo, pues más allá de que el magistrado norteamericano ensancha sus márgenes de tiempo para la estrategia legal que ensayará el abogado de oficio Graham Archer, sus eventuales sueños de fuga se vuelven a corporizar. No olvidemos que al momento de su detención, el ex presidente tenía una bolsa cargada con US$ 50,000 en efectivo, lo que hizo suponer a los agentes del FBI un eventual plan de fuga que echaría por tierra su extradición.
