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Partido por octavos de final se jugó en el estadio Diego Armando Maradona en Italia
El delantero polaco Robert Lewandowski puso en ventaja al Barcelona.
El Barcelona y el Nápoles empataron (1-1) este miércoles en el partido de ida de los octavos de final de la UEFA Champion League y dejaron la llave abierta para definir en la vuelta.
El gol de Robert Lewandowski (60’), que materializó la superioridad del equipo español, no fue suficiente para vencer a un Nápoles que solo necesitó una ocasión para empatar por medio del nigeriano Victor Osimhen (75’), un destello facilitado por un error de Íñigo Martínez.
De visita en el estadio Diego Armando Maradona, el Barcelona hizo casi todo lo que tenía que hacer, pero falló en lo más importante en un torneo de alta competencia: le faltó matar cuando pudo, cuando dominaba tras el tanto de Lewandoski y el Nápoles pululaba desahuciado.
Así, dejó vivir a un equipo al que solo le hizo falta un disparo entre los tres palos, el del enmascarado Victor Osimhen tras un error de Íñigo Martínez, para dejar la eliminatoria abierta de par en par para la vuelta en Cataluña.
El Barza con autoridad
El Barcelona comenzó el duelo con toda la autoridad que tenía que mostrar ante un rival mermado por el despido de su entrenador, pero acabó con la soga al cuello, superado por las embestidas finales de un Nápoles que tiró más de corazón que de cabeza.
Los de Xavi Hernández fueron mejores en los primeros 45 minutos. El Barza tomó la posesión y fue sobre un Nápoles aturdido y que, sin embargo, resistió al descanso e, incluso, supo rehacerse en los últimos minutos de la primera mitad, aunque sin ocasiones claras.
El gol para el Barcelona llegaría en una jugada de Pedri. El centrocampista del equipo español se inventó un pase milimétrico para Lewandoski entre líneas que palió su discreta actuación. Control dentro del área del polaco, amago para sentar al portero Rrahmani y definición ajustada a un palo.
El Barcelona se sintió ganador. El técnico del Nápoles, Francesco Calzona, quitó a ‘Kvara’ a falta de 20 minutos y pareció, por un instante, que las opciones de su equipo se redujeron a cenizas.
Empate y susto
Pero de un momento a otro, en una mala salida de Íñigo Martínez, que intentó anticiparse a Osimhen en el balcón del área, el nigeriano hizo el empate. Se plantó solo ante Ter Stegen y no falló. El héroe enmascarado de la Ciudad del Vesubio volvió a aparecer. Nápoles volvió a respirar.
Y hasta pudo llevarse el partido. Los italianos tomaron el mando ante un Barcelona empequeñecido. Se sucedieron los centros laterales, la defensa visitante se hundió y un remate de Anguissa paró el corazón de los aficionados que acudieron al estadio.
El Barcelona tuvo las oportunidades, fue superior en líneas generales, pero no mató cuando pudo y en ‘Champions’ eso se paga caro. Osimhen dejó abierta de par en par la eliminatoria.
