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Jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas dice que fuerzas especiales continúan operaciones contra Sendero Luminoso.
El ministro de Defensa, Jakke Valakivi, afirmó ayer que el abatimiento del alto mando terrorista Abel Auqui López, “camarada Alejandro”, es un paso adelante en la tarea de pacificar el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem), pero reconoció que no se han terminado los ataques subversivos en la zona.
Abel Auqui López fue abatido en una operación conjunta entre personal de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas, luego de un enfrentamiento armado en el centro poblado Virgen Ccasa–Llochegua, en Huanta, Ayacucho.
Valakivi destacó la labor de las fuerzas del orden que participaron en la mencionada intervención, que –indicó – se suman a los abatimientos del camarada William en 2012, de Alipio y Gabriel en 2013, los capturas de Renán y Yuri, en 2015, además de la neutralización de Antonio, el año pasado.
Reconoció que no se han terminado los ataques subversivos en el Vraem, pero indicó que sí se han reducido. “En el 2011 identificamos 60 acciones terroristas contra las fuerzas del orden y el último año 16”, admitió.
Para el ministro del Interior, José Pérez Guadalupe, el resultado de este operativo representa una buena noticia para el país, e indicó que las acciones de las fuerzas especiales continúan y es probable en los próximos días se conozcan novedades de esa labor. En su opinión “se está actuando de acuerdo a lo planificado”.
Por su parte, el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, Jorge Moscoso, consideró el abatimiento del camarada Alejandro como “un golpe a la parte militar de Sendero Luminoso”. “Este es un esfuerzo que continúa, las operaciones no han cesado", acotó.
