Canadá no reforzará su frontera para disuadir a inmigrantes que intenten cruzar ilegalmente desde Estados Unidos por las políticas más restrictivas del Gobierno del presidente Donald Trump, que la cifra seguramente no será tan elevada como para causar alarma, dijo el ministro de Seguridad Pública, Ralph Goodale.
Goodale, dijo que el asunto no había escalado al nivel requerido para tener que enviar alimentos y ayuda a las personas que se trasladan a lo largo de la frontera menos custodiada del mundo.
Cientos de personas, muchas de África y Oriente Medio, han desafiado las condiciones del invierno boreal y cruzaron la frontera a pie, en busca de asilo. La mayoría huye de las políticas migratorias impuestas por Trump, según agencias de refugiados y de ayuda a inmigrantes.
No es habitual que tantas personas que buscan asilo en Estados Unidos intenten tomar refugio en Canadá en un periodo tan corto de tiempo. El aumento de inmigrantes podría representar un riesgo político para el primer ministro Justin Trudeau, por los temores que pudieran surgir sobre la seguridad.
“Estamos preocupados y lidiaremos apropiadamente con los cientos de personas más que están cruzando ilegalmente”, dijo Goodale a periodistas en una conferencia de prensa en Emerson.
“Pero la totalidad de la frontera lidia con 400.000 personas que se mueven en ambas direcciones cada día. También maneja 2.500 millones de dólares en comercio cada día”, sostuvo el funcionario del gobierno de Canadá.