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Al campeón defensor de la Copa América no le falta actitud pero ya empiezan a sobrarle los partidos opacos de su ofensiva. Sostenido en su defensa, la menos vulnerada de Sudamérica, Brasil dio un paso grande en el camino al Maracaná.
La ‘Seleçao’ demostró ante Chile, un equipo con sobredosis de combatividad, que también sabe chocar y batallar. Con un hombre menos durante un tiempo, tras la expulsión de Gabriel Jesus dos minutos después del gol de Lucas Paquetá, los anfitriones se respaldaron en su zaga para avanzar a semifinales.
Su historia ofensiva y de fútbol mágico, que lo obliga a proponer siempre, por momentos hace olvidar que sus hombres de atrás también juegan. Pero en el camino del equipo de Tite han sido tan o más vitales que la ofensiva liderada por Neymar.
Contra los chilenos, y con diez, mantuvieron a salvo el arco del muy seguro Ederson. El portero del Manchester City no ha recibido gol en los cinco partidos del premundial sudamericano y Copa América-2021 en los que atajó.
“Puse dos líneas de cuatro e intenté controlar, llegar al frente. Recompuse a Richarlison para que pudiéramos crear oportunidades en contraataque y no nos quedáramos solo defendiéndonos”, explicó el DT al término del juego disputado el viernes en Rio de Janeiro.
Aunque suelen atacarlo poco, en parte por la presión asfixiante que despliega, contra La Roja, Brasil graduó su defensa de chaleco a prueba de balas: 41 vallas limpias en 59 cotejos dirigidos por Tite. Es decir, en casi el 70% de los duelos los porteros brasileños cierran con el arco en cero, según las estadísticas de Opta.
La retaguardia tendrá una nueva prueba en las semifinales contra un viejo conocido, el Perú de Ricardo Gareca, el rival que vencieron en la final de la Copa América-2019.
