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Los días se presentan más calurosos a medida que nos acercamos al verano y algunas personas pueden creer que, al llevar la mascarilla, ya no necesitan echarse protector solar en el rostro cuando salen de casa. ¿Pero cuán cierta es esta afirmación?
Pepita Albarracín, dermatóloga del hospital Jorge Voto Bernales de EsSalud, explica que los rayos ultravioleta atraviesan la tela según su calidad, grosor y color. Por ello, señala, las mascarillas más seguras son aquellas que están hechas de algodón, capa gruesa y colores claros.
“Han salido unas mascarillas que son de lentejuelas, esas de alguna manera también te protegen porque es un plástico que refleja la luz. Tiene una propiedad de refracción, que hace que la radiación sea reflejada”, indica la especialista.
“Si tienes una buena mascarilla (de algodón, quirúrgica o N95) no te pongas bloqueador en el área cubierta, pero sí en el borde y en toda la zona expuesta del rostro porque la mascarilla se mueve y tendrás áreas no protegidas. Pero si es una mascarilla delgadita, obviamente que tienes que ponerte bloqueador en toda la cara”, asegura la especialista.
Además, Albarracín hace hincapié en que no se trata de un cubreboca, sino de una mascarilla y que, por lo tanto, además de la boca también debe cubrir la nariz.
En cuanto a los protectores faciales, indicó que éstos no protegen de la radiación ultravioleta. En general, la luz atraviesa vidrios, plásticos y telas delgadas. Por ello también, dice, se recomienda usar el escudo facial junto al bloqueador, además de la mascarilla de siempre.
Visitar al dermatólogo
Actualmente, la ciencia y la tecnología ha desarrollado diversos tipos de bloqueadores solares; sin embargo, la dermatóloga brinda recomendaciones para elegir la opción que mejor asegure una protección de la piel.
Aclara que el bronceado saludable es un mito, por lo que es mejor proteger la piel con bloqueador solar que utilizar un bronceador. “No hemos llegado al nivel de bloquear y broncear al mismo tiempo”.
Cuando se quiere probar la calidad de un bloqueador solar para un niño, afirma, se puede poner una gota en el párpado inferior y frotar; si el vapor del bloqueador les hace cerrar el ojo, fastidiando la vista, ese vapor es alcohol. Entonces, no es conveniente.
Por otro lado, la experta recomienda visitar un dermatólogo al menos una vez en la vida para conocer nuestra piel, así como los cuidados que debemos recibir. Este profesional, después de evaluar las características, es capaz de recomendar un bloqueador personalizado.
A las mujeres, advirtió que el bloqueador es lo último que se debe aplicar durante el maquillaje. “No se le pone base o algún otro elemento después; de lo contrario, se estarán anulando todas sus propiedades protectoras”.
Recomendaciones
Aconseja adquirir el bloqueador FPS 50+ en caso de usarlo en el día a día, tanto para la ciudad como para la casa; de esa manera se protege a la piel en 50 % de la UVA y en 50 % de la UVB. En caso de exposición alta a rayos solares como un día entero de playa en ropa de baño, recomienda el bloqueador de 80, 90 o 100 FPS.
Adicionalmente, hay un nuevo bloqueador que es para luz visible, es decir para protegerse de la radiación de aparatos tecnológicos, y que también es una opción a tomar en cuenta.
Advierte que un buen bloqueador se busca en la farmacia, no en supermercados. “Si huele rico es porque tiene aceites esenciales basados en alcohol, mejor cómprate un perfume. Un buen bloqueador brinda una sensación de frescura, no es como un aceite que hace sudar”.
Albarracín recuerda los beneficios de la radiación solar: “la vitamina D es buena para el cuerpo, ayuda a la proliferación de hormonas de la felicidad, estimula la visión; sin embargo, cuando nos exponemos mucho la piel envejece, provoca desde niveles leves de enrojecimiento hasta el cáncer”.
Por ello, la experta recomienda usar sombrero, usar gafas con protección UV, bloqueador solar adecuado, evitar salir entre las 10:00 y 15:00 horas y usar correctamente la mascarilla.
También puede ser útil usar sombrilla o buscar un espacio con sombra y es importante mantener la hidratación y el consumo de antioxidantes en el cuerpo para que este se pueda defender mejor.
