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Una comisión de la Cámara de Diputados de Brasil decidió el lunes por 38 votos a favor y 27 en contra que existen fundamentos para acusar a la presidenta Dilma Rousseff de cargos de violación de leyes presupuestarias para presuntamente favorecer su reelección en el 2014.
Ahora, el pleno de la Cámara baja deberá votar sobre los procedimientos de un juicio político, lo que se espera se produzca el domingo y donde se necesitan dos tercios de los votos para su aprobación.
Si 342 de sus 513 miembros votan a favor, el proceso de destitución será enviado al Senado y Rousseff podría ser suspendida de sus funciones si la Cámara alta acuerda por una mayoría simple llevarla a un juicio.
La medida cita la manipulación de cuentas fiscales y la firma de decretos de liberación de créditos suplementarios sin la aprobación del Congreso como indicios de delitos que justifican el inicio del proceso contra Rousseff.
Partidarios del Gobierno dicen que la presidenta no cometió ningún delito y dicen que el proceso es un intento de "golpe".
El resultado de la comisión especial fue celebrado por los legisladores opositores, que gritaban "fuera Dilma". En respuesta, los diputados que se oponen al juicio político gritaban consignas contra el presidente de la Cámara baja, Eduardo Cunha, que inició el proceso de revisión de la solicitud de un junio político a fines del año pasado.
