DINA BOLUARTE, CORONANDO SU FALSÍA

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La artera y maquiavélica presidenta de la República Dina Boluarte viene confirmando con su accionar todas las predicciones políticas que en su momento trató de desvirtuar. Cuando era vicepresidenta, jamás se comprometió honestamente con el proyecto político de gobierno que esbozaba el hoy caído en desgracia y encarcelado ex mandatario Pedro Castillo Terrones. Sin embargo, desde el primer momento sí aceptó ser ministra de Desarrollo e Inclusión Social, una cartera cómoda sin mayor responsabilidad, ni presión, cargo que utilizó para llevar agua para su molino y mantener una presencia política lejos de la crítica y muy propicia para sus planes a corto plazo.

Fingió apoyar al improvisado régimen de Castillo y compañía participando histriónicamente de los llamados Consejos Descentralizados.

Incluso Boluarte, para hacer más real su “compromiso” con el régimen de Castillo, se atrevió a interpretar el tema “Falsía”, para rendirle homenaje a Huancayo, antes de iniciar sus palabras en el IV Consejo de Ministros Descentralizado, que a la luz del tiempo nos damos cuenta que solo fue parte de su estrategia para lograr su objetivo. Propósito que se comprueba ahora, a la luz de los hechos, el cual era quedarse con el poder. Más de un acucioso observador político se atrevió a deslizar que esas eran sus intenciones reales. Desde esta tribuna no lo insinuamos, afirmamos categóricamente que así sería y el tiempo nos dio la razón una vez más.

“Hermanos y hermanas de esta hermosa tierra huanca, antes de empezar mis palabras yo quiero rendir homenaje a esta tierra con una canción”, expresó Boluarte, en ese momento, en el Consejo Descentralizado con voz enérgica y conmovida entonó parte de la canción “Falsía”, canción de la autoría de Emilio Alanya, que pertenece al género musical muliza.

“La vida es una falsía,

el mundo es ancho y ajeno

¡Justicia! Justicia no hay en la tierra,

justicia sólo en el cielo;

donde no hay ricos ni pobres.

Al hombre pido justicia,

al cielo pido clemencia

El hombre, me exige mucho dinero

y el cielo también me dice:

“Tienes pecados y sufres”

“Que viva la tierra huanca, hermanos y hermanos”, exclamó Boluarte al terminar de cantar enjugando el llanto. El ingenuo auditorio cayó rendido ante tamaña actuación, incluso varios ministros se la creyeron y aplaudieron emocionados tal representación. Y fue así que la falsía se convirtió en gobierno y con el discurrir de los días la traición se hizo del poder.

Y es que Boluarte ya vislumbraba desde la campaña presidencial, que el posible gobierno de Castillo era endeble, sin cuadros técnicos y muy proclive a dispararse a los pies. Y estaba segura que uno de esos tiros lo podría hacer caer en cualquier momento. Y por consecuencia, la banda presidencial caería en su orondo pecho.

Entonces, a estas alturas del camino, si Boluarte fuese consecuente con el proyecto que la albergó, para postularse y luego recibir el poder por inercia, no se hubiese entregado a los brazos de la derecha, ni del fujimorismo. Aunque estos últimos insistan en fingir que son oposición. Pero nada de esto le interesa a Boluarte, ella solo quería pasar a la historia como la primera presidente mujer. El resto no le importa. Hasta la próxima semana mis amigos de Primera.

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