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Estados Unidos. Para abogado, el hecho no se reduce a un simple accidente.
La muerte de un bebé de dos años atacado por un caimán en uno de los hoteles de Disney pondría a la compañía en un serio aprieto, pues el hecho podría generar una demanda millonaria, según experto. El hecho ocurrió en el Grand Floridian Resort & Spa de Magic Kingdom, donde la familia Graves había llegado de vacaciones, cuando un caimán de unos dos metros arrastró al menor hasta un lago artificial. Los padres no pudieron rescatar al niño pese a sus esfuerzos. 16 horas después apareció el cuerpo del niño.
El caso tuvo una gran repercusión mundial, que causó que la empresa se pronunciara, a través de su presidente George A. Kalogridis, quien calificó el hecho como un "trágico accidente".
Según un experto abogado de Orlando, consultado por el sitio Radar, la firma de entretenimiento podría ser acusada de ocho cargos, pues el hecho no se reduce a un “accidente”. "Esta familia puede presentar una demanda por muerte injusta en contra de Walt Disney World Corporation si esta tenía conocimiento real de una condición peligrosa en sus locales", indicó el abogado Matt Morgan.
"Podría ser un caso de ocho cifras, basado en el dolor y el sufrimiento que ha causado el hecho en la vida de los padres", detalló.
Según el letrado, las instalaciones del hotel agravarían la demanda y elevarían el costo de la reparación, pues esta laguna tiene una playa de arenas blancas, con mesas y sillas en ella, que lucen muy acogedoras para los visitantes, y no hay un cerco perimetral. Es decir, está diseñada para que los turistas paseen por allí.
Esto -argumenta Morgan- explica que los padres supusieran que podían andar por el lugar y que Disney había tomado las precauciones necesarias.
En Florida los casos de ataques de caimanes son bastante escasos, pese a que la población en este estado supera el millón de ejemplares y los habitantes están acostumbrados a convivir con estos animales, a diferencia de los turistas.
Tras el trágico hecho, los padres del pequeño, Matt y Mellissa, emitieron un comunicado que fue leído por las autoridades de Orlando. En la misiva pedían "privacidad" y agradecían lo actuado por personal del estado y del parque de atracciones.
