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Sumo Pontífice centró su homilía en los miles de damnificados abandonados de El Niño costero, el sicariato, la inseguridad y la violencia contra la mujer
En un mensaje directo al abandono en que se encuentran, por parte del gobierno, miles de damnificados por el fenómeno El Niño, el Papa Francisco exhortó al gobierno de PPK y todas las autoridades del país a “promover e irradiar una cultura en la que ninguno mire al otro con indiferencia ni aparte la mirada cuando vea el sufrimiento de los hermanos”.
En su primera actividad en Trujillo, la máxima autoridad de la iglesia Católica centró su homilía en la comunidad que ha padecido los embates de El Niño costero, una de las principales razones por las que Su Santidad incluyó la capital liberteña en su recorrido por el Perú.
Durante la eucaristía que celebró en la explanada de Huanchaco, el Papa giró su discurso en la superación de las adversidades de manera conjunta. “El alma de una comunidad se mide en cómo logra unirse para enfrentar los momentos difíciles, de adversidad, para mantener viva la esperanza”, dijo en una parte de su homilía.
Recordemos que solo en La Libertad, 14 personas murieron a causa de las fuertes precipitaciones por El Niño costero. Además, 23.590 personas resultaron damnificadas, 122.100 quedaron afectadas y 22.467 viviendas quedaron afectadas.
Además, el papa Francisco no solo se refirió a los ‘sacudones’ generados por El Niño, sino también a otras ‘tormentas’, como calificó a la violencia organizada como el sicariato y la inseguridad.
El discurso del Papa Francisco sobre la Virgen de la Puerta de Otuzco, también tocó un problema vigente dentro de la sociedad peruana: la violencia contra la mujer. Ante miles de fieles en Trujillo, el Sumo Pontífice declaró a la ‘Mamita de Otuzco’ como la ‘Madre de la Misericordia y de la Esperanza’, saludó a las imágenes religiosas que peregrinaron hasta la ciudad, y finalizó su discurso pidiendo que se promuevan leyes y una cultura de repudio a toda forma de violencia.
Según dijo Jorge Bergoglio, los “numerosos casos de feminicidio” son “una plaga que afecta a nuestro continente americano”. “Los invito a luchar contra esta fuente de sufrimiento privado pidiendo que se promueva una legislación y una cultura de repudio a toda forma de violencia”, dijo el Papa.
Francisco le dijo a los fieles que la Virgen “sabe acompañar a cada uno de sus hijos para que vuelvan a casa (…) nos indica el camino a casa, ella nos lleva a Jesús que es la Puerta de la Misericordia”. Luego manifestó su deseo de que “esta tierra que tiene a la Madre de la Misericordia y la Esperanza pueda multiplicar y llevar la bondad y la ternura de Dios a cada rincón. No hay mayor medicina para curar tantas heridas que un corazón que sepa de misericordia, que sepa tener compasión ante el dolor y la desgracia, ante el error y las ganas de levantarse de muchos y que no saben muchas veces cómo hacerlo”.
