Las tropas iraquíes, respaldadas por cazas y helicópteros, luchan contra los yihadistas en la zona oeste de Mosul, librando una dura y probablemente larga batalla para reconquistar este feudo del grupo Estado Islámico (EI) en Iraq.
En los dos últimos días, cientos de civiles huyeron de la ciudad a medida que avanzaban las fuerzas iraquíes, pero las oenegés calculan que 750.000 habitantes permanecen sitiados en la parte occidental de la segunda ciudad del país.
Cerca de una semana después del inicio de su ofensiva, las fuerzas armadas han reconquistado la mayoría de las regiones que rodean la ciudad, retomado el aeropuerto y una base militar contigua, y penetrado en los barrios periféricos.
La operación, en la que participan miles de hombres de la Fuerza de Intervención Rápida, del comando de élite antiterrorista (CTS) y de la policía federal, comenzó el 19 de febrero desde el sur de Mosul.
Los soldados se dirigen ahora hacia el centro de la ciudad norteña, en el margen occidental del río Tigris, que divide la localidad en dos.
“Nos encaminamos hacia la sede de la gobernación de Mosul en el centro”, indicó a la AFP el teniente coronel Abdelamir al Mohamadawi desde el frente, en el barrio de Jawsaq, arrebatado casi por completo a los yihadistas.
En junio de 2014, el Estado Islámico conquistó Mosul y otras regiones de Iraq antes de proclamar un “califato” entre Iraq y Siria, donde también se adueñó de grandes franjas de territorio.
El grupo extremista llegó a ocupar un tercio de Iraq, pero en los dos últimos años ha ido perdiendo mucho territorio ante las múltiples ofensivas respaldadas por la aviación y los consejeros de la coalición internacional liderada por Estados Unidos.