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Por Julio Alzola Castillo
El contundente triunfo del Partido Republicano en los comicios del domingo 7 de mayo en Chile, en la elección de los consejeros constitucionales, provocó reacciones favorables en los sectores empresarial, político, financiero, entre otros. El triunfo le cayó bien al mercado. Especialmente se dejó sentir en el alza de la bolsa, fortalecimiento del peso, ante el declive del dólar, y la baja de la inflación que ha vuelto a un dígito después de 13 meses.
Economistas de diferentes instituciones muestran conformidad. Pero, advierten que lo ocurrido el domingo obligará al gobierno a reorientar sus reformas, teniendo en cuenta que con la derrota electoral del presidente Gabriel Boric el avance de sus iniciativas se ponen más difíciles.
Sobre el resultado electoral el banco de inversión JP Morgan comentó que ve con buenos ojos el control del Partido Republicano sobre el proceso constitucional. “El control de la derecha, si se gestiona bien, podría permitir al país avanzar en una constitución minimalista, lo que sería algo positivo en nuestra opinión”, señaló Diego Pereira, analista de esa institución financiera.
Aunque hasta ahora el gobierno ha evitado abordar públicamente las razones de la derrota del domingo 7, en privado los ministros admiten una mezcla de voto de castigo por el manejo de la crisis migratoria y de seguridad y, también, la desafección de una parte de sus partidarios con el nuevo proceso constituyente resultado del acuerdo de diciembre pasado, en la que triunfó el rechazo.
Uno de los que salió a remarcar públicamente esa exigencia fue el presidente de la UDI, Javier Macaya, quien dijo que sería “lamentable que el gobierno pretendiera que nada pasó el domingo”. Sus palabras eran compartidas por otros legisladores de Chile Vamos, que reaccionaron con molestia a las declaraciones del Presidente Gabriel Boric, que interpretaron como una señal de que no renunciaría a su programa.
El resultado ya anticipaba que la bolsa de Santiago iniciaría sus operaciones con avance. Empero, los expertos anticipan que el triunfo puede conllevar riesgos de mediano plazo, porque advierten que la victoria del partido de José Antonio Kast podría dificultar el proceso de lograr amplios consensos y acuerdos en materia de la propia nueva Constitución, así como de las reformas clave que está impulsando el gobierno, fundamentalmente la tributaria y la de pensiones.
El oficialismo será minoría en el futuro órgano redactor de la nueva constitución, que estará compuesto por 50 consejeros. Solo controlará a 16 consejeros, es decir, el 31% de la instancia. A ver qué nos depara el futuro en el plebiscito de diciembre entrante.
