Huaico de millones

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Dinero

Una patada a la pobreza resulta enterarse del gasto o “inversión” que está haciendo, hasta el momento, el movimiento político Alianza para el Progreso que lidera César Acuña, esta organización que registra, a lo lejos, el mayor gasto en lo que va de la campaña, al reportar S/3’877,298.28 en su primer informe presentado ante la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE). Casi cuatro millones de soles en gastos de campaña sólo en 46 días. Y la campaña recién comienza, y a este ritmo de gasto, no va a ser una lluvia de millones sino un huaico de millones el que va a desembolsar la organización que lidera el ex rector de la Universidad Cesar Vallejo, para lograr obtener la presidencia del Perú.

El primer reporte de gastos entregados a la ONPE, que refleja la abismal diferencia de dinero entre los partidos políticos, corresponde al período del 14 de noviembre a 31 de diciembre pasado. A mucha distancia del grupo de César Acuña se ubica el segundo lugar, que lo tiene Peruanos por el Kambio, de Pedro Pablo Kuczynski, con S/509,188.57. Luego está el Partido Aprista, de Alan García, con S/402,059.81; Fuerza Popular, de Keiko Fujimori, con S/186,387.14; y del Partido Nacionalista, cuyo candidato es Daniel Urresti, con 107,771.30.

Según el consolidado de la ONPE, no consignaron gastos Acción Popular, Somos Perú, Partido Popular Cristiano, Solidaridad Nacional, Todos por el Perú y Unión por el Perú.

El sentido común empresarial nos lleva a pensar mal o tal vez bien, si se trata de estar a favor de la trasparencia en las inversiones partidarias de campaña y de la manera de cómo se va a recuperar esta inversión, pues nadie en su sano juicio gasta tanto dinero sin esperar su retorno con su respectivo margen de ganancia.

Es urgente e indispensable que el partido de Acuña informe detallada y públicamente, quiénes son las personas y/o empresas que están financiando el gasto de su campaña electoral. Algunos empresarios de corazón humanitario podrían invertir mucho dinero en obras de caridad o colaboraciones para fines de alivio de pobreza extrema, o alfabetización, monto que podría ser deducible de impuestos, pero invertir en una campaña política, es un gasto riesgoso, que de no conseguir el objetivo, significa una pérdida total de lo gastado.

Entonces ¿cuál es el interés de las personas, empresas o grupos de poder de invertir docenas de millones de soles en una campaña electoral? En este caso, la verdad de esta respuesta, sólo la sabe el candidato presidencial Cesar Acuña y estará obligado a decirla, y a convencer con su respuesta. Pues si algo ha aprendido el pueblo peruano es comenzar a pensar mal, a leer entre líneas y a ver más allá de lo evidente.

Y sí es dinero de él, con mucha más razón tiene que sustentar documentadamente el origen de su riqueza. Pues no hacerlo -sin duda- será el primer obstáculo que podría frustrar sus ambiciones presidenciales. El que posee tanto dinero para invertir en política (cuatro millones en 45 días) bien podría invertirlos de manera más efectiva en ayudar a desarrollar las micro empresas para crear empleo, y contribuir de manera más efectiva con el desarrollo del país.

Así comienza a desarrollarse esta campaña, que como se perfila va a ser una guerra de millones de inversión, que se destinarán exclusivamente a conseguir el objetivo de alcanzar el sillón presidencial. Las suspicacias irán en aumento, acompañadas de malestares y sospechas que desatarán cruentas batallas verbales. Hay que estar preparados, pues los políticos nunca dejarán de sorprendernos. Hasta mañana mis amigos de Primera.

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