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El emblemático portero del Real Madrid y de la selección española, Iker Casillas, anunció hoy su retiro del fútbol profesional tras 21 años de exitosa trayectoria. Valga este suceso para recordar su inolvidable visita al Perú, hace 12 años, como embajador de una organización no gubernamental internacional de ayuda a la niñez en situación de pobreza y abandono. Vea aquí la galería fotográfica.
Iker Casillas llegó a nuestro país cuatro días después de ganar la Eurocopa -el torneo de selecciones más importante del viejo continente- como embajador de Plan Internacional, institución creada en 1937 en España y con presencia en el Perú desde 1994.
La visita de Casillas -quien arribó junto a Emilio Butragueño, otro jugador histórico del Real Madrid e integrante del consejo directivo de Plan Internacional- como parte de la campaña “Parar la pobreza”, tuvo como destino la región Cusco, adonde llegó tras una breve escala en Lima.
Tras arribar a la Ciudad Imperial, el guardavalla y la comitiva se digirieron al distrito de Ollantaytambo, en la provincia de Urubamba, donde la ONG española construyó una escuela de nivel Primaria. Allí departió con muchos niños que recibieron con entusiasmo y alegría al célebre futbolista.
Maravillado con Machu Picchu
A continuación, Casillas se desplazó hacia la localidad de Machu Picchu Pueblo (Aguas Calientes), en el distrito de Machu Picchu, ubicado en las faldas de la montaña coronada por la mundialmente famosa ciudadela inca.
En el poblado cusqueño también fue ovacionado por más de un centenar de infantes que corearon su nombre y apellido en agradecimiento a la ilustre visita. Asimismo, mostró su contagiante jovialidad e incluso se animó a bailar un poco de danzas típicas con un grupo de personas presentes en el acto de recibimiento.
Tras agradecer la emotiva bienvenida, Casillas expresó su beneplácito por visitar por primera vez el Perú y su plena identificación y respaldo a campañas humanitarias, en especial aquellas que procuran mejorar la calidad de vida de la niñez en condición de pobreza y abandono.
“Sé lo que es no tener nada. Nací en un piso de 60 metros y pasaba los veranos en Ávila con mi abuela”, citó entonces el diario español El País que cubrió su estancia en Cusco y el Perú.
Casillas se dio tiempo para jugar un partido con un grupo de niños peruanos y formó dos equipos. Uno encabezado por él y otro por su compatriota Emilio Butragueño, que al final ganó el encuentro 2-0.
La oportunidad de visitar Machu Picchu no fue desaprovechada por Iker Casillas, quien quedó maravillado con la impresionante arquitectura y el cautivante paisaje natural que componen el Santuario Histórico y Parque Arqueológico, una de las siete nuevas maravillas del orbe.
Acompañado por niños a quienes no dudó en autografiar sus polos y pelotas, así como retratarse para perennizar su presencia en tierra cusqueña, Iker Casillas recorrió la ciudadela inca siempre sonriente y afable, derrochando una singular sencillez teniendo en cuenta su fama planetaria.
Luego de tres días de permanencia en nuestro país, el exitoso portero español enrumbó a su país para continuar con sus vacaciones tras el término de la temporada de la Liga Española y la Eurocopa.
Si bien se deslizó la posibilidad de una segunda visita, a mediados de 2011 como Embajador de Buena Voluntad de la ONU y promotor de su fundación Campus Iker Casillas, lamentablemente su recargada agenda impidió tenerlo nuevamente en territorio peruano.
Iker Casillas, de 39 años de edad cumplidos en mayo de este año, coronó una exitosa carrera de 21 calendarios en la élite del fútbol, logrando múltiples trofeos en los prestigiosos clubes Real Madrid (España) y Porto (Portugal), además de conseguir el campeonato del mundo como capitán de la Selección Española de Fútbol en el Mundial de Sudáfrica 2010. En ese entonces fue catalogado como el mejor arquero del planeta.
