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La tasa de la inflación anual de Brasil extendió su declive a mediados de abril tras la baja decretada en las tarifas de la electricidad, pero la reducción fue menor a lo esperado debido al salto en los precios de los alimentos.
El índice de precios al consumidor de Brasil IPCA-15 subió un 9,34 por ciento en los 12 meses hasta mediados de abril, desde el alza de 9,95 por ciento a mediados de marzo, informó el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
El IBGE reportó también que los precios subieron un 0,51 por ciento en el mes hasta mediados de abril. Se esperaba un incremento de 0,47 por ciento según la mediana de los pronósticos en un sondeo de Reuters, luego del alza de 0,43 del período previo.
La inflación de Brasil se ha desacelerado durante 2016, en el segundo año de recesión del país y aún sin una recuperación a la vista.
El banco central brasileño ha mantenido las tasas de interés en un 14,25 por ciento, el nivel más elevado desde 2006, en un intento por acercar la inflación a su meta de 4,5 por ciento. La última vez que Brasil registró su objetivo de inflación fue en agosto de 2010.
Las tarifas de la electricidad bajaron casi un 3 por ciento en el mes hasta mediados de abril luego de que el Gobierno decretó el cierre de varias centrales termoeléctricas durante una sequía. Sin embargo, los precios de los alimentos tuvieron un salto de 1,35 por ciento, principalmente en las frutas.
Se prevé que la tasa de inflación de Brasil se frenará a un nivel levemente sobre el 7 por ciento para fines de año, según un sondeo que elabora semanalmente el banco central.
