Kotosh: ¿Cómo vivían los pobladores que acudían al Templo de las Manos Cruzadas?

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Hallazgos arqueológicos en sector VI de la zona monumental revelan uso doméstico y resiliente a desastres naturales

Los sorprendentes hallazgos en el sector VI de la zona arqueológica monumental de Kotosh, ubicada en la región Huánuco y cuyo acceso al público ha sido recientemente inaugurado por el Ministerio de Cultura, revelan cómo vivían los pobladores que ocuparon ese sector durante 200 años, el único con presencia humana permanente y de uso doméstico en esa zona, y que solían acudir al célebre Templo de las Manos Cruzadas para rendir culto a sus dioses.

Los sorprendentes hallazgos en el sector VI de la zona arqueológica monumental de Kotosh, ubicada en la región Huánuco y cuyo acceso al público ha sido recientemente inaugurado por el Ministerio de Cultura, revelan cómo vivían los pobladores que ocuparon ese sector durante 200 años, el único con presencia humana permanente y de uso doméstico en esa zona, y que solían acudir al célebre Templo de las Manos Cruzadas para rendir culto a sus dioses.

Así lo sostuvo el arqueólogo Peter Romero Sánchez, de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Huánuco y responsable del componente de investigación en las temporadas 2 y 3 del Proyecto de Investigación Arqueológica denominado “Recuperación del Sector VI de la Zona Arqueológica Monumental de Kotosh con fines de Investigación, Conservación y Puesta en Valor”.

El arqueólogo Peter Romero Sánchez refirió que este proyecto, que tuvo tres temporadas de intervención, empezó en 2017 y culminó en julio de 2022. 

“Se tenía referencias del sector VI desde el año 1960 cuando la misión científica japonesa que investigaba en la zona arqueológica monumental de Kotosh había identificado un sector de ocupación doméstica. Pero fue hasta el año 2017, cuando se iniciaron las excavaciones, que se pudo constatar que, efectivamente, había una ocupación o aldea de la fase Higueras, que corresponde a la última de las seis fases identificadas en Kotosh”, manifestó.

El sector VI surgió entre los años cero y 200 de nuestra era, tiene una extensión de 26,000 metros cuadrados y se localiza a unos 200 metros al suroeste del área nuclear del sitio arqueológico de Kotosh, donde los arqueólogos hicieron casi 300 excavaciones cubriendo casi toda el área. Se encuentra en la parte más elevada del terreno sobre está emplazado el sitio arqueológico y era la menos conocida hasta hace poco.

“El sector VI es el más amplio de todos los que conforman la zona arqueológica monumental de Kotosh y el que más se ha intervenido. El circuito de visita turística tiene una longitud de 1,9 kilómetros y es mucho mayor al de la zona monumental donde se encuentra el Templo de las Manos Cruzadas que comprende 900 metros lineales”, precisó.

Ocupación doméstica

Romero Sánchez explicó que la ocupación doméstica del sector VI de Kotosh se evidencia por el material recuperado en los pequeños talleres donde se desarrollaban una serie de actividades, sobre todo de elaboración de artefactos de distintas características y materiales de uso doméstico como cerámica (vasijas, agujas, punzones y otros), herramientas líticas o hechas de piedra como morteros, herramientas para faena de caza y pesca entre otros.

“El sector VI es la última fase de ocupación de Kotosh. Si bien se conocía bastante la fase llamada ‘Mito’ por las anteriores investigaciones arqueológicas en el Templo de las Manos Cruzadas, se desconocía cómo habían vivido los pobladores locales que frecuentaban ese recinto de carácter ceremonial religioso, Allí radicó el interés de investigar el sector VI de Kotosh”, expresó.

Agregó que a pesar de ser un periodo de ocupación humana muy corto (alrededor de 200 años), los hallazgos encontrados en las excavaciones son abundantes y brindan muchas luces sobre cómo vivían, cómo se relacionaban los pobladores en aquel entonces y qué actividades realizaban.

“Hemos llegado a completar dos ambientes de 5 por 6 metros con material arqueológico recuperado en las excavaciones, el cual está debidamente inventariado y almacenado. La mayor parte corresponde a piezas de cerámica para uso de consumo y preparación de alimentos, así como cerámica en miniatura asociada. También se encontró morteros de piedra, cuentas y colgantes, así como agujas y punzones hechos de hueso, hachas y porras”, detalló.

Arquitectura evolutiva

Romero Sánchez indicó que si bien la arquitectura del sector VI de Kotosh es esencialmente doméstica, de todas maneras hubo una evolución a lo largo de 200 años de ocupación humana, pasando por patrones arquitectónicos o formas de construir este asentamiento con muros y recintos de planos cuadrangular o rectangular, a un segundo momento en el que se empiezan a construir recintos de planta circular utilizando materiales como el canto rodado semi canteados de río, arcilla de la zona y otros materiales rústicos.

Resiliencia ante desastres naturales

El arqueólogo de la Dirección de Cultura de Huánuco aseveró que si tiene en cuenta la geografía y el clima de esa región bisagra entre los Andes y la Amazonía, que el sector VI no ha sido ajeno a las intensas lluvias y ha sido resiliente frente a este y otros embates de la naturaleza.

“Lo que hemos podido identificar es un ‘evento determinante’, como lo hemos llamado, y que es un deslizamiento ocurrido en determinado momento. Contrario a lo que pudo ocurrir, este desastre no llevó al abandono del sitio, sino que, por el contrario, esta población supo adaptarse en su momento a atender la emergencia, aprendiendo de esa experiencia traumática. Esa experiencia les sirvió para implementar lo que en la actualidad se conoce como ‘riesgo de desastres’ porque se construyeron muros perimétricos ante eventos naturales”, enfatizó.

En 200 años de ocupación se puede apreciar cómo esas personas no eran ajenas a fuertes situaciones de índole climático y que, sin embargo, ellas daban respuestas muy bien planificadas en torno a un grupo que conocía y dominaba muy el espacio en donde había decidió establecerse.

“Lo que nos ha demostrado este evento es que hubo una respuesta de la población organizada frente a los embates de la naturaleza. Y para ello construyeron muros perimétricos para mitigar el impacto”, enfatizó.  

Contextos funerarios

El arqueólogo Peter Romero Sánchez señaló, asimismo, que en las excavaciones ejecutadas en el sector VI de Kotosh se descubrieron contextos funerarios o entierros donde se hallaron osamentas que corresponden a 91 individuos, de los cuales alrededor del 60 por ciento son varones, casi un 40 % son mujeres y un muy pequeño porcentaje son infantes.

“Clasificamos los contextos funerarios en tres tipos: primarios, secundarios y terciarios. En el tipo primarios se encontró individuos en posición fetal u original. En el tipo secundario se evidencia que había una práctica común de retirar al individuo para colocarlo en otro lugar e inaugurar nuevos espacios. Y en el tipo terciario se aprecia osamentas de varios individuos o tumbas colectivas. Las prácticas funerarias de esa época nos demuestran también que no había espacios destinados propiamente como cementerios, sino que los entierros podían estar dentro de las viviendas”, puntualizó.

Añadió que están pendientes varios estudios sobre los restos humanos para determinar, por ejemplo, las edades relativas de los individuos encontrados en los contextos funerarios, así como de los materiales encontrados.

¿Cuánta población albergó el sector VI de Kotosh?

Aunque resulta difícil para los investigadores determinar con exactitud cuántas personas vivieron en el sector VI de Kotosh, el arqueólogo Peter Romero dijo que los estudios permiten estimar que allí pudieron habitar no más de 1,000 individuos.

“Intentamos hacer una aproximación y aún queda en debate saber si la aldea fue ocupada desde sus inicios. Creemos que la ocupación no fue muy abundante y calculamos que la población no superaba las 1,000 personas”, argumentó.

Agregó que no se descarta que pudiera haber residido más de 1,000 personas, teniendo en cuenta que pudieron establecerse pequeñas viviendas dispersas en los alrededores. Son difíciles de identificar teniendo en cuenta que difícilmente se pudo conservar el núcleo de ocupación del sector VI o Higueras, aseveró.

¿Cuál era la dieta de los habitantes del sector VI de Kotosh?

Romero Sánchez dio a conocer que, según los hallazgos en las áreas dedicadas a la preparación de alimentos, se puede afirmar que los pobladores del sector VI de Kotosh se alimentaban de vegetales oriundos como maíz, camote, frijoles y plantas silvestres. Asimismo, su dieta estaba compuesta de alimentos de origen animal como cuy, llama, alpaca, venado, entre otros.

Tarea pendiente

El arqueólogo de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Huánuco dijo que las labores pendientes del proyecto de investigación en el sector VI tienen que ver el análisis de los materiales recuperados en las excavaciones.

“Para efectos de conocer lo que ha sido el sector VI, su uso, funcionalidad y para su exposición al público, está intervenido al 100 por ciento. El material que se ha recuperado puede ser exhibido en museo. Solo está pendiente los trabajos de análisis de varios de los materiales encontrados”, manifestó.

No obstante, Romero Sánchez señaló que en el área monumental hay todavía un gran espacio por excavar. “Lo que conocemos sobre esa zona es relativamente poco. Hay todavía un área que permanece cubierta y podría excavarse si se formulan y aprueban nuevos proyectos de investigación arqueológica”, dijo.

Equipo de investigación

Las investigaciones arqueológicas en el sector VI de Kotosh se dividieron en tres temporadas. La primera estuvo a cargo del arqueólogo peruano César Sara Repetto, y las otras dos fueron lideradas por el arqueólogo Peter Romero Sánchez. 

Ambos encabezaron equipos integrados íntegramente por arqueólogos y estudiantes peruanos de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Pontificia Universidad Católica, Federico Villarreal y de otras casas de estudio superior de regiones.  

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