¡MALDITOS!

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Testimonio exclusivo: ‘Se rompieron los cabos de popa estribor y nadie se dio cuenta’.

Testigo revela que barco extranjero se fue contra la troncal y dañó la manga que transportaba 50 mil barriles de petróleo.

El derrame de patróleo de los depósitos del buque italiano Mare Dorium en el terminal multiboyas N° 2 de la refinería La Pampilla de Repsol YPF, ocurrido en la noche del sábado 15 de enero, habría sido el eslabón final de una cadena de negligencias que no tuvieron mucho que ver con la erupción del volcán Hunga Tonga en el reino polinesio de Tonga.

El contenido tóxico de unos 6,000 barriles de petróleo vertidos en el mar de Ventanilla ha afectado unos dos millones de kilómetros cuadrados (1’739,000 k2 desde la Playa Cavero, según la estimación inicial) y ha ocasionado un daño ecológico que ahora tratan de eludir todos, soplando la pluma a la casa de al lado.

LA PRIMERA SEMANAL obtuvo un testimonio exclusivo de un personaje que conoció de cerca la génesis de esta tragedia en nuestro país, a consecuencia de la erupción submarina que empezó a las 00:27 horas del sábado, a 73 kilómetros al norte de Nukualofa, Tonga, con una magnitud de 1.0.

Esta fuente señala abiertamente que la tragedia se pudo evitar o, por lo menos, atenuar sus consecuencias. ‘Al buque se le rompieron los cabos de popa estribor y nadie se dio cuenta. El barco se fue contra la troncal y dañó la manga’, dijo (Ver recuadro).

De acuerdo a este testimonio, al momento del derrame de petróleo en la costa del Callao ni el personal de guardia, ni los maniobristas estuvieron atentos a lo que ocurría. ‘La lancha de permanencia sí avisó, pero nadie contestaba a bordo (…) Se demoraron en parar el bombeo’, agregó la fuente.

El mismo sábado 15 de enero, una vez producida la erupción submarina en Oceanía, la Dirección de Hidrografía y Navegación de la Marina de Guerra del Perú declaró de manera pública: ‘Este evento no genera tsunami en el litoral peruano’.

Y la vida continuó como si nada en nuestros predios, mientras que en Chile la Oficina Nacional de Emergencia decretaba el estado de alerta en varias regiones y la evacuación inmediata de las personas que se encontraban en su franja de costa.

El 18 de enero, el diario El País de España dio cuenta de las consecuencias ecológicas causadas por el derrame de petróleo en la terminal multiboyas N° 2 de la refinería La Pampilla de Repsol YPF. El diario ibérico tituló: ‘Un derrame de petróleo en el mar contamina dos reservas naturales en Perú’.

En la mañana del viernes 21, la Marina de Guerra del Perú anunció que a través de la Autoridad Marítima Nacional había iniciado un proceso sumario para determinar las causas y los responsables del derrame de petróleo, lo que a muchos supo a chicharrón de sebo.

Una vez que baje la marea política, las autoridades peruanas tendrán que contar por qué no se adoptaron medidas oportunas ante las olas de dos metros y medio que golpeaban la costa, y que acarrearon la muerte de dos mujeres en la playa Naylamp, en Lambayeque, por ejemplo.

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