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Navidad en familia.
En el Perú, la Navidad no solo es una festividad, es un lienzo multicolor de tradiciones que se refleja en una noche mágica llena de abrazos, risas y deliciosos banquetes que enmarcan la celebración por el nacimiento de Cristo.
La mesa familiar se convierte en un escenario donde el pavo al horno despliega su majestuosidad, compartiendo protagonismo con el lechón, el pollo a la brasa, y la siempre reconfortante chocolatada acompañada de un trozo de panetón.
A medida que los relojes danzan hacia la medianoche, la algarabía estalla con abrazos y apretones de manos, mientras los cielos se pintan con luces pirotécnicas que, aunque perturben oídos sensibles, llenan de color el firmamento.
En cada hogar, el banquete comienza, y los comensales deleitan sus paladares con una combinación única de sabores y una bebida especial para la ocasión.
Algunas familias comenzaron la cena alrededor de las 22.00 horas del 24 de diciembre, siguiendo las recomendaciones de los nutricionistas y gastroenterólogos que advierten de indigestiones generadas por comer a altas horas de la noche. Ello no evitó que las familias, amigos y vecinos se saludaran a la medianoche.
Pero la diversidad no se limita a la mesa; los regalos, especialmente para los más pequeños, añaden un toque de emoción. La medianoche es la señal para que los niños se congreguen alrededor del árbol, ansiosos por descubrir las sorpresas envueltas en papel de regalo.
Aunque las celebraciones varíen de una región a otra, la esencia de la Nochebuena permanece inmutable: la unión familiar, los buenos deseos y mensajes de paz que trascienden no solo los abrazos cara a cara, sino que también se extienden a través de las redes sociales.
No sin olvidar, claro está, las recomendaciones que el Ministerio de Salud (Minsa) ha brindado frente al incremento de casos de covid-19 que se han venido reportando en las últimas semanas, y que se pueden agudizar en estas fiestas de fin de año.
Así, en medio de la diversidad y las tradiciones únicas de cada rincón del país, los peruanos celebran la Navidad con un mosaico de amor, alegría y esperanza que ilumina no solo sus hogares, sino también el corazón de toda una nación.
