PETRO Y LA REAFIRMACIÓN DE LA IZQUIERDA EN AMÉRICA LATINA

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Luego de que la época del neoliberalismo arrasara el continente latinoamericano, los reflectores están enfocando a la izquierda como opción y tendencia hacia un cambio en la administración de los países en esta parte del mundo. Las elecciones de Brasil y Colombia de este año serán clave para analizar el futuro de Latinoamérica.
A principios del siglo XXI, América Latina vivió una primavera rosa, por el ascenso de líderes de izquierda muy variada, como la elección de Hugo Chávez (Venezuela) a Rafael Correa (Ecuador), pasando por Ricardo Lagos (Chile), Evo Morales (Bolivia) o Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil). 13 de los 20 países al sur de los Estados Unidos llegaron a tener Gobiernos progresistas.
Pero luego llegaron malos tiempos, en los que una drástica caída de los precios de las materias primas más el refuerzo de una derecha bien cargada de apoyos externos llevaron a muchos de estos ejecutivos a caer.
Ahora nuevos vientos de izquierda hacen pronosticar una nueva oleada progresista que promete un nuevo cambio de ciclo. El sufrimiento económico, el aumento de la desigualdad, el ferviente descontento con los gobernantes y la mala gestión en la pandemia de coronavirus han impulsado un movimiento pendular que se distancia de los líderes de centroderecha y de derecha que dominaban hace unos años.
Un factor importante es también el rechazo a los partidos tradicionales y a sus endebles ideologías hipócritas que solo han dado muestras de corrupción, desentendimiento y falta de sensibilidad hacia los más necesitados.
El punto de inflexión fueron las elecciones de 2018 en México, las que ganó Andrés Manuel López Obrador, del partido denominado Morena, que rompió con el bipartidismo clásico. “El Estado dejará de ser un comité al servicio de una minoría y representará a todos los mexicanos, a ricos y pobres”, afirmó. Y esa ha sido su divisa.
Al año siguiente, se añadieron las victorias de Laurentino Cortizo en Panamá (de centroizquierda) y Alberto Fernández en Argentina (peronista, rescatador de la mala imagen de gestión pasada). Ya en el 2020, llegó Luis Arce a Bolivia (con la promesa de seguir los pasos de Evo Morales), y en el pasado 2021 se sumaron los triunfos de Pedro Castillo en Perú (un maestro rural dispuesto a romper con las élites), Xiomara Castro en Honduras (socialista que defiende la renta básica universal) y Gabriel Boric en Chile (el exlíder estudiantil que batió a la ultraderecha con promesas de mejores salarios, pensiones y servicios). También revalidó el cargo, tras su campaña de persecución a la oposición, Daniel Ortega, pero Nicaragua es un caso aparte.
Dos elecciones clave servirán para revisar esa tendencia a la izquierda de América Latina. Los comicios que más interés despiertan son los de Colombia y Brasil. La primera vuelta de las presidenciales colombianas se realizó el 29 de mayo -más de dos meses después de las legislativas de marzo- y la segunda vuelta, es para el 19 de junio.
Con un panorama de enormes protestas callejeras de 2021 y varios retos económicos, la mayoría de las encuestas de intención de voto ponen al frente al izquierdista Gustavo Petro, un economista, exguerrillero y exalcalde de Bogotá que perdió la batalla electoral de 2018 ante el actual presidente, el uribista Iván Duque.
La presidencia de Colombia se definirá en una segunda vuelta entre Gustavo Petro, el candidato de izquierda que obtuvo el 40% de los votos, y el populista multimillonario Rodolfo Hernández, con el 28%.
Un eventual triunfo de Petro marcaría algo inédito: la primera vez que un candidato de izquierda resulte electo presidente de Colombia. Al cierre de esta edición los primeros votos de la ciudadanía colombiana están entrando en las urnas y en pocas horas se estará definiendo quién gobernará esta valerosa nación caribeña. Todo hace predecir que la izquierda tendrá su oportunidad en la tierra del ballenato. Con el triunfo de Gustavo Petro la izquierda se afianza más en un giro político que apuesta por las grandes mayorías necesitadas en busca de romper el estatus quo de una derecha opresora que solo baila la sombra de sus billetes y al son de sus monedas. Hasta la próxima semana mis amigos de Primera.

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