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España.- Prioridad del presidente de Gobierno en funciones sigue siendo el PSOE, pero no descarta otras fórmulas para hacer gobierno
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, inició su ronda de conversaciones con partidos políticos a fin de buscar apoyos para formar gobierno con un primer contacto con el presidente autonómico canario y líder de Coalición Canaria, Fernando Clavijo.
La llamada a Clavijo sorprendió, pues Rajoy había dicho que su intención era hablar primero con el líder socialista, Pedro Sánchez.
La primera llamada de Mariano Rajoy no fue pues a Pedro Sánchez, sino al partido más pequeño que ha conseguido diputado en solitario en el Congreso, Coalición Canaria. La conversación no duró más de un minuto y sirvió para concertar una reunión el próximo martes.
El candidato del PP abrió así una primera ronda de contactos “exploratorios”, pero desde la Moncloa se subraya que el objetivo preferente es el acuerdo con el PSOE.
Rajoy telefoneó al líder de Coalición Canaria, Fernando Clavijo, pasadas las diez de la mañana (hora canaria). Fue un saludo rápido, de cortesía, con un emplazamiento a mantener una reunión el martes en La Moncloa. A esta cita podría acudir también la diputada electa de este partido, Ana Oramas.
Rajoy ha insistido en que quiere formar un gobierno con amplia base parlamentaria que pueda durar los cuatro años de la legislatura y ser estable para garantizar las reformas que necesita el país.
El jefe del Ejecutivo en funciones ha subrayado en todo momento que su deseo sigue siendo la gran coalición con el PSOE, aunque no descarta otras fórmulas, entre las que estaría tratar de ser investido con el apoyo de otros partidos como Ciudadanos, PNV y Coalición Canaria.
La suma del PP con estas tres formaciones estaría aún a un escaño de la mayoría absoluta, por lo que Rajoy necesitaría de alguna abstención para ser elegido presidente o del apoyo, por ejemplo, del diputado de Nueva Canarias, Pedro Quevedo, que ha concurrido en lista conjunta con el PSOE.
Con el PSOE ven tres opciones: o un Gobierno de coalición, que es la fórmula preferida por el PP, o bien un acuerdo escrito de legislatura en el que Rajoy gobierne en solitario, con apoyos parlamentarios puntuales, o bien una abstención del PSOE que permita investir a Rajoy y nada más. Esta última opción sería la menos deseable y la que llevaría a una legislatura muy inestable y seguramente muy corta.
