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"Quiero alcanzar el mejor resultado que haya obtenido un deportista peruano en unas Olimpiadas", apunta Renzo León, remero peruano que representará al país en Río 2016 y que sacrificó absolutamente todo para tener el privilegio de participar en el máximo evento deportivo del mundo.
"El día que me ubiqué en el quinto lugar del Preolímpico de Valparaíso (Chile) y aseguré mi lugar en los Juegos Olímpicos, entendí que haberme alejado del ámbito familiar (viajes), ponerle una pausa a mis estudios en la universidad y entrenar fuerte a pesar de no contar con una pista para remo en el Perú, tuvo sus frutos. Hoy por hoy estoy más preparado que nunca para competir al más alto nivel", manifestó desde Poznan (Polonia) a una agencia de noticias local.
León, quien culminó la Copa Mundial II de Remo en Lucerna (Suiza) en la décima ubicación y decimotercero en la III World Cup desarrollada en Polonia, precisó que participar en los Juegos Olímpicos es el reto más grande de su vida.
"Entrenar en el Perú es complicado porque cada día tenemos que estar pendientes de las condiciones del mar (La Punta) para trabajar. El remo olímpico se practica en una laguna para desarrollar la técnica, debido a ello considero que prepararme en México, Suiza y Polonia fue la mejor decisión que tomé. Aquí afronté torneos internacionales y adquirí el nivel que necesito para dar pelea en Río de Janeiro", agregó el atleta nacional.
Renzo desarrolló la afición por el remo gracias a su padre y abuelo a los 14 años, sin embargo, al principio solo frecuentaba las competencias para compartir con sus amigos.
"Mi abuelo me enseñó a maravillarme con este deporte, siempre lo practicaba y yo iba porque me gustaba el ambiente que se generaba, la gente y los amigos. Poco a poco empecé a competir y mejorar progresivamente. Ya han pasado aproximadamente 11 años y puedo asegurar que representar a mi país en eventos de gran magnitud es lo mejor que me pudo suceder", puntualizó el peruano de 25 años.
