Unas 12,000 familias bolivianas resultaron afectadas por el fenómeno de «El Niño» en episodios de sequía, granizo e inundaciones que amenazan la normal provisión de alimentos, informó un responsable de Defensa Civil.
«Hasta el momento 50 municipios (de 327) han reportado diferentes tipos de eventos», según un balance del viceministro de Defensa Civil, Oscar Cabrera.
Entre estos están «granizadas en los departamentos de Chuquisaca (sudeste), Oruro (sur) y Potosí (suroeste); sequías en Cochabamba (centro) y en el chaco de Santa Cruz (este) y Chuquisaca (sureste); además de riadas en La Paz (oeste)», apuntó.
Estas condiciones climáticas se acentuarán en los siguientes meses en el período de lluvias, por lo que las autoridades han previsto mecanismos de reacción oportuna en auxilio de la población que resultara damnificada.
Reportes de autoridades locales dan cuenta de que fuertes vientos de arena enterraron los cultivos de quinua y papa en Oruro, donde se registra un importante déficit hídrico.
«Es seguro que las pérdidas en quinua y papa son considerables», dijo Olson Paravicini, director del Servicio Agropecuario y Ganadero de Oruro.
La sequía pone también en riesgo los cultivos de quinua en Potosí, afectando la región de mayor flujo turístico del país, que incluye Uyuni, donde se sitúa la mayor costra salina del mundo.
El responsable de la Unidad de Gestión de Riesgos de la Gobernación Departamental de Potosí, Fernando Elías, aseguró que «no hay el abastecimiento de agua suficiente para el consumo de los animales, asimismo para las personas».
Por su parte, Santos Valdez, ejecutivo de la Federación de Campesinos, declaró a la red Erbol que habrá «escasez de productos el siguiente año (porque) las sequías afectan a los municipios», pronosticando alzas en los precios del durazno, arveja, maíz y papa.